#Opinión | Jorge Montejo
Querido lector, hoy vamos a hablar de un fenómeno verdaderamente extraordinario en la política hidalguense: la milagrosa “unidad” de Morena en el estado. Sí, esa misma unidad que se grita a los cuatro vientos, pero que, cuando uno se acerca un poco más, resulta ser más falsa que un billete de tres pesos.
El protagonista de esta historia es Marco Rico, flamante presidente estatal de Morena, quien hace apenas unos meses descubrió su inquebrantable amor por la Cuarta Transformación. Antes, claro, trabajó muy cómodamente para Osorio Chong en el PES, pero ahora resulta que es más morenista que los fundadores del movimiento. No hay nada como una revelación política cuando se trata de acceder a posiciones de poder y, sobre todo, al dinero. Porque Rico Mercado cambia de partido con la misma facilidad con la que cambia de calzones.
Pero no nos engañemos, querido lector. La unidad que nos venden no es más que una farsa bien ensayada. ¿Unidad de Morena? Sí, pero solo entre los del famoso “PRIMOR”, esa camarilla de expriistas que, en cuanto tomaron las riendas de Morena y el gobierno, hicieron lo que mejor saben hacer: repartirse el pastel y avasallar a todos los demás grupos de izquierda que realmente han luchado por el movimiento.
Ahora, en su más reciente hazaña, Morena Hidalgo anuncia con bombo y platillo su meta de afiliar a 300 mil protagonistas del “cambio verdadero”. ¡Vaya números! Pero no nos confundamos, si la gente se afilia a Morena es gracias al liderazgo de Andrés Manuel López Obrador y de Claudia Sheinbaum, no por la “brillante” conducción de los oportunistas hidalguenses. Lo que veremos en esta afiliación será un espectáculo digno de circo: un desfile interminable de expriistas corriendo a afiliarse a Morena, listos para cambiarse la camiseta, pero con la misma escuela de corrupción de siempre.
El capitalismo de amigos sigue vivo y coleando en Hidalgo, ahora vestido de guinda. Este sistema, que durante décadas ha permitido que políticos y empresarios se vuelvan millonarios al amparo del poder, no ha cambiado ni un ápice. Lo que sí cambió fueron los nombres de los protagonistas, pero el manual sigue siendo el mismo: asegurarse de que solo ellos y sus allegados se repartan el botín. Y si alguien duda de esto, ahí está la alcaldesa dizque morenista de Tulancingo, Lorena García, quien a la menor provocación presume tener “formación empresarial”, es decir, ve la alcaldía como una forma de hacer negocio. Como ella, la mayoría de los alcaldes y alcaldesas, casi todos expriistas, expanistas y experredistas, solo encontraron en Morena un nuevo vehículo para seguir viviendo del erario.
Es risible ver que mientras el nefasto Carlos Mendoza Álvarez, alias “el dictadorcito”, junto con el panameño Enedino Sánchez Madrid, en los últimos días son los que a través de redes sociales secundan la idea de establecer una supuesta unidad dentro de Morena, estos tres oscuros personajes tienen mala fama entre la militancia por su alta corrupción. Es un secreto a voces que hubo venta de candidaturas al mejor postor para alcaldías, sindicaturas, regidurías, diputaciones locales y federales. En otras palabras, la “unidad” que promueven no es más que una subasta donde no importan los ideales y el mejor postor se queda con la candidatura.
Usted lo puede ver en cada foto de sus eventos y reuniones. ¿Dónde están los verdaderos morenistas? ¿Dónde están los actores de la izquierda que por años se fajaron en la lucha democrática? No aparecen, porque esta “unidad” es solo entre ellos: expriistas reciclados, operadores oportunistas y chapulines que brincan de un partido a otro con una destreza envidiable.
Pero lo verdaderamente interesante será ver si la sociedad hidalguense se da cuenta del gran engaño y, en vez de seguir perpetuando este sistema de simulación, comienza a buscar otras opciones. Porque si la historia nos ha enseñado algo es que enquistar a un solo partido en el poder por 95 años (sea el que sea) solo conduce a más corrupción, más impunidad y menos democracia.
Lo ideal sería que la rueda de la democracia siga girando y que quienes realmente han luchado por la alternancia no permitan que los mismos de siempre, con otras siglas, se vuelvan a apropiar del gobierno. De lo contrario, seguiremos viendo la misma obra de teatro con los mismos actores, solo que ahora con un discurso distinto, pero con los mismos vicios de siempre.
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PD. Con estos personajes ni ganas dan de afiliarse, en la campaña de afiliación hasta van a estar subiendo su foto 😂
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