Los componentes químicos de la vida se han encontrado en el polvo granulado de un asteroide llamado Bennu, según revela un análisis.
Las muestras de roca espacial, que fueron recogidas por una nave espacial de la NASA y traídas a la Tierra, contienen una rica variedad de minerales y miles de compuestos orgánicos.
Éstos incluyen los aminoácidos, que son las moléculas que forman las proteínas, así como las nucleobases, los componentes fundamentales del ADN.
Esto no significa que alguna vez hubo vida en Bennu, pero apoya la teoría de que los asteroides trajeron estos ingredientes vitales a la Tierra cuando se estrellaron contra nuestro planeta hace miles de millones de años.
Los científicos creen que esos mismos compuestos también podrían haber sido traídos a otros mundos de nuestro Sistema Solar.
"Lo que hemos aprendido es asombroso", dijo la profesora Sara Russell, mineralogista cósmica del Museo de Historia Natural de Londres.
"Nos habla de nuestros orígenes y nos permite responder a preguntas muy importantes sobre dónde comenzó la vida. ¿Y quién no quiere saber cómo comenzó la vida?"
Los hallazgos se publican en dos artículos en la revista Nature.
Capturar un trocito de Bennu ha sido una de las misiones más audaces que la NASA ha intentado jamás.
Una nave espacial llamada Osiris Rex desplegó un brazo robótico para recoger parte de la roca espacial de 500 metros de ancho, antes de empaquetarla en una cápsula y devolverla a la Tierra en 2023.
Se recogieron unos 120 gramos de polvo negro y se compartieron con científicos de todo el mundo. Puede que no parezca mucho material, pero ha demostrado ser un auténtico tesoro.
"Cada grano nos dice algo nuevo sobre Bennu", dijo el profesor Russell, quien ha estado estudiando las diminutas partículas.
Aproximadamente una cucharadita del asteroide fue enviada a científicos del Reino Unido.