Petro rechaza aviones con migrantes deportados de EE. UU. y exige regularización de estadounidenses en Colombia



Alonso Quijano 

La relación entre Colombia y Estados Unidos enfrenta un momento de tensión luego de que el presidente Gustavo Petro rechazara la llegada de aviones con ciudadanos colombianos deportados desde territorio estadounidense. En respuesta, la embajada de EE. UU. en Bogotá anunció el cierre temporal de la sección de visas, una medida que refleja el impacto inmediato de la decisión del mandatario colombiano.

Petro justificó su postura señalando que en Colombia residen de manera irregular 15,660 estadounidenses, a quienes instó a acercarse a los servicios migratorios locales para regularizar su estatus. El presidente advirtió que una falta de cooperación entre ambas naciones podría derivar en un aumento de actividades ilegales relacionadas con la migración, como ocurrió durante el bloqueo económico a Venezuela por parte de Estados Unidos, que desató una crisis migratoria regional.

El mandatario colombiano subrayó la importancia de mantener el diálogo en temas sensibles, como la migración a través del Tapón del Darién, y reafirmó su postura en defensa de la dignidad y los derechos humanos de los migrantes. “Primero es la dignidad de Colombia y América Latina. Los migrantes son seres humanos y sujetos de derechos y como tal deben ser tratados”, declaró. Esta situación plantea nuevos desafíos para las relaciones bilaterales y para los ciudadanos de ambos países que dependen de la cooperación en materia migratoria.