Alonso Quijano
A través de su cuenta en X (antes Twitter), el empresario Elon Musk encendió la controversia al compartir una publicación en la que se acusa, sin pruebas, al magnate mexicano Carlos Slim de tener vínculos con el narcotráfico. El mensaje original provino de la cuenta “Wall Street Mav”, un medio digital conocido por combinar finanzas, memes y noticias, y criticaba un reportaje de The New York Times sobre las posibles consecuencias económicas para Estados Unidos si Donald Trump designa a los cárteles mexicanos como grupos terroristas.
En su tuit, Wall Street Mav afirmó sin fundamento que Slim, dueño de Grupo Carso y una de las personas más ricas del mundo con una fortuna estimada en más de 70 mil millones de dólares, no habría logrado acumular tal riqueza en México sin formar parte de una supuesta red controlada y protegida. Musk, sin hacer comentarios adicionales, añadió un emoji de una cara con monóculo al compartir la publicación, lo que avivó aún más el debate en redes sociales.
La acusación hacia Slim también incluyó una crítica al New York Times, señalando que el periódico estaría promoviendo narrativas alineadas con los intereses comerciales del empresario. Esta postura ha dividido opiniones, generando indignación entre algunos usuarios que defendieron a Slim y cuestionaron la veracidad de las afirmaciones, mientras otros señalaron posibles agendas políticas detrás de las acusaciones.
Hasta el momento, Carlos Slim no ha emitido ningún comentario sobre el tema. Sin embargo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, abordó la polémica durante su conferencia de prensa matutina, rechazando las acusaciones contra el empresario. “Es falso, no hay ninguna investigación contra el empresario Carlos Slim o sus empresas, entonces no sé de dónde sacan eso. Segundo, México es un país grandioso y no vamos a permitir que se le etiquete, que se asocie a México con el tema del narcotráfico”, declaró.
La publicación compartida por Musk pone en evidencia el impacto que las redes sociales tienen en la difusión de señalamientos no comprobados y en la creación de narrativas que pueden influir en la opinión pública. Mientras la controversia sigue creciendo, queda por ver si Carlos Slim responderá a estas acusaciones o si el tema se desvanecerá entre la vorágine informativa de internet.
