Descubren cinco nuevos peligros debido al acelerado deshielo del permafrost

El permafrost, una capa de suelo congelado que cubre aproximadamente el 15% de la superficie terrestre en el hemisferio norte, juega un papel crucial en la estabilidad del terreno. Este suelo congelado mantiene los materiales orgánicos atrapados, preservándolos a temperaturas bajo cero. Se encuentra principalmente en regiones como Siberia, el Tíbet, Alaska y Canadá.

Sin embargo, el aumento continuo de la temperatura global está provocando el deshielo de esta capa de permafrost, lo que genera una serie de problemas nuevos. Un equipo internacional de científicos de diferentes disciplinas, incluidos físicos, ingenieros y médicos, liderado por la Universidad de Viena y la Universidad Técnica Danesa/Universidad de Umea, ha identificado cinco nuevas amenazas asociadas al deshielo acelerado del permafrost en el Ártico.

Daños a la infraestructura

En las regiones del Ártico más expuestas al deshielo del permafrost, viven alrededor de tres millones de personas. Además de liberar grandes cantidades de CO2 y metano que estaban atrapados en el suelo, el deshielo está afectando directamente a las infraestructuras. Muchas comunidades dependen del permafrost para mantener la estabilidad de sus viviendas, carreteras y redes de suministro de agua y energía. Cuando el suelo se descongela, puede causar desplazamientos o incluso hundimientos, dañando las estructuras y causando graves problemas en zonas costeras, riberas de ríos, deltas y áreas montañosas.