Jorge Montejo
No vayan a creer esos rumores que andan diciendo por ahí. Según el periodista Ricardo Alemán, AMLO viajó a Cuba justo cuando Trump estaba a punto de tomar posesión. ¿Qué casualidad, no? Seguro ya se imaginan al presidente negociando un plan secreto con la Habana mientras se fuma un puro en la playa. Pero no, tranquilos, porque algunos piensan que AMLO es la mano que mece la cuna.
Y sí, AMLO sabe perfectamente lo que dejó en Morena. No nos hagamos: el movimiento fue un instrumento, una herramienta para llegar al poder, y para eso tuvo que abrir las puertas a expriistas, expanistas y hasta perredistas arrepentidos. Traidores, chapulines y oportunistas no faltan, pero el presidente ya cumplió con lo suyo. El cambio ya lo hizo, el país está en su camino, y si Morena se convierte en un nido de traiciones, pues que se destruyan entre ellos. Al final, AMLO no necesita andar en Cuba ni en ningún otro lado: su legado ya está escrito.
Y sí, AMLO sabe perfectamente lo que dejó en Morena. No nos hagamos: el movimiento fue un instrumento, una herramienta para llegar al poder, y para eso tuvo que abrir las puertas a expriistas, expanistas y hasta perredistas arrepentidos. Traidores, chapulines y oportunistas no faltan, pero el presidente ya cumplió con lo suyo. El cambio ya lo hizo, el país está en su camino, y si Morena se convierte en un nido de traiciones, pues que se destruyan entre ellos. Al final, AMLO no necesita andar en Cuba ni en ningún otro lado: su legado ya está escrito.
