Trump sugiere que Canadá se convierta en el estado 51 de Estados Unidos



María Gil

Durante una cena privada el pasado viernes, el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría sugerido que Canadá podría convertirse en el estado número 51 de su país. Según reportes no confirmados de Fox News, el comentario se dio en el contexto de una discusión con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre la imposición de aranceles del 25% a Canadá y México si no lograban frenar el flujo de migrantes indocumentados y el tráfico de drogas, como el fentanilo, que causa más de 4,500 muertes anuales en Estados Unidos.

La reunión tuvo lugar en la residencia de descanso de Trump en Florida y estuvo dominada por temas de comercio, seguridad fronteriza y déficits comerciales. Fuentes presentes aseguran que, aunque el tono fue cordial, Trump no dudó en expresar sus expectativas de manera directa. Según Fox News, Trudeau advirtió que los aranceles amenazarían gravemente la economía canadiense, a lo que Trump respondió: “¿Entonces su país no puede sobrevivir a menos que esté estafando a Estados Unidos 100 mil millones de dólares?” Fue entonces cuando el mandatario estadounidense sugirió, aparentemente a modo de broma, que Canadá podría resolver sus problemas convirtiéndose en un estado más de la Unión, comentario que provocó una risa nerviosa de Trudeau.

El primer ministro canadiense, visiblemente incómodo, insistió en que imponer aranceles a Canadá sería devastador, diferenciando la situación de su país de la de México en cuanto al tráfico de drogas y migrantes. Según Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Estados Unidos, Trudeau logró convencer a Trump y a su equipo de que esa comparación era injusta.

Aunque algunos invitados describieron la cena como “muy amistosa y positiva”, la propuesta de estadidad no fue mencionada oficialmente por el equipo canadiense. Sin embargo, este episodio resalta las tensiones en las relaciones entre ambos países, marcadas por la postura proteccionista de Trump y su enfoque en priorizar los intereses estadounidenses, incluso en detrimento de aliados históricos como Canadá.