María Gil
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su postura de línea dura contra los cárteles del narcotráfico al anunciar este domingo que, al asumir el poder el próximo 20 de enero, los designará como organizaciones terroristas extranjeras. Esta declaración, realizada durante un foro de la organización ultraconservadora Turning Point en Phoenix, Arizona, marca una escalada en su enfoque hacia la lucha contra el narcotráfico y la migración irregular.
“Todos los miembros de pandillas extranjeras serán expulsados y designaré inmediatamente a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. Lo haré de inmediato”, afirmó Trump, dejando claro que esta medida será una de sus primeras acciones al llegar a la Casa Blanca. La declaración resonó con fuerza entre los asistentes al evento, quienes ovacionaron la propuesta.
El anuncio de Trump podría tener profundas implicaciones para la relación bilateral entre Estados Unidos y México. La designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras permitiría al gobierno estadounidense desplegar un rango más amplio de medidas legales y operativas contra ellos, incluyendo sanciones financieras, restricciones de viaje y, en casos extremos, operaciones militares transfronterizas.
Sin embargo, esta postura también genera preocupación. La inclusión de los cárteles en la lista de organizaciones terroristas podría tensar aún más la relación entre ambos países, en un contexto ya complicado por los desafíos en temas de seguridad, comercio y migración. En México, la posibilidad de que Estados Unidos asuma un papel más intervencionista podría ser vista como una amenaza a la soberanía nacional.
El mensaje de Trump forma parte de su estrategia política para reafirmar su compromiso con la seguridad nacional y combatir lo que considera como una crisis en la frontera sur. Sin embargo, expertos advierten que esta designación podría complicar los esfuerzos de cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico, ya que involucra un enfoque unilateral que puede ser visto con recelo desde México.
Con la toma de posesión de Trump en el horizonte, esta declaración apunta a que su administración buscará implementar políticas más agresivas contra los cárteles, lo que podría cambiar el panorama de seguridad y las dinámicas diplomáticas entre ambos países en los próximos años.