Los orígenes de Santa Claus, entre la historia y El personaje de Santa Claus o Papá Noel es una mezcla de figuras históricas y mitológicas, que se ha ido forjando a través de diversas culturas y religiones.
LA MITOLOGÍA
Por Navidad las familias se dividen en dos facciones: quienes esperan a Santa Claus o Papá Noel y quienes esperan a los Reyes Magos; algunos, los más ambiciosos, incluso se alinean convenientemente con ambas corrientes. Pero así como los Reyes Magos tienen un trasfondo eminentemente bíblico, los orígenes de Santa Claus son mucho más heterogéneos. Este personaje ha sido forjado a lo largo de los siglos por diversas culturas y religiones, desde un obispo cristiano hasta el mismísimo dios nórdico Odín.
LOS ORÍGENES DE SANTA CLAUS
El origen histórico de Santa Claus es un personaje que existió realmente, un obispo de origen griego que vivió durante los siglos III y IV: Nicolás de Bari, conocido tras su santificación como San Nicolás. Hijo de una familia acaudalada, se ganó la estima de la gente por repartir su riqueza entre los pobres y necesitados, y especialmente por su manera humilde de hacerlo: sin desear la fama, se limitaba a dejar por la noche bolsas con dinero en las ventanas de la gente a la que ayudaba.
Este personaje histórico se mezcló, a lo largo de los siglos, con al menos tres figuras del folklore y la mitología europea:
Una es bien conocida: el dios nórdico Odín. Los pueblos del norte de Europa celebraban, durante el solsticio de invierno, una fiesta llamada Yule. Los vikingos creían que, en la noche del 21 de diciembre, Odín surcaba los cielos con su carro recompensando a las personas virtuosas y castigando a las malvadas.
Otra es más ambigua: se trata de una personificación pagana de la Navidad, un anciano de larga barba blanca y un sombrero coronado con ramas de muérdago. Este personaje recibe diversos nombres, que equivaldrían en diferentes idiomas a Papá Noel (nöel es Navidad en francés).
Finalmente, en algunos países de Europa se desarrolló un personaje basado en San Nicolás llamado Mikulás (en Europa del este) o Saintklaas (en el norte), un anciano con ropas de obispo que en la vigilia del 6 de diciembre deja regalos a los niños en una bota colocada en el alféizar de la ventana. Este es el más parecido al moderno Santa Claus y en algunas tradiciones va acompañado de un terrorífico espíritu llamado Krampus, que castiga a los niños malos.
EL MODERNO SANTA CLAUS
Todos estos personajes se parecen poco a la imagen de Santa Claus que tenemos hoy en día. Podemos trazar los orígenes modernos de este personaje hasta los Países Bajos, donde la fiesta de San Nicolás – celebrada el 6 de diciembre – se convirtió en una de las más importantes del calendario litúrgico.
Durante el siglo XVII se produjo una fuerte emigración holandesa hacia América. Los neerlandeses fundaron, entre otras colonias, la ciudad de Nueva Amsterdam, que tras caer en manos de los ingleses en 1664 fue renombrada como Nueva York. Por este motivo, la ciudad tenía un importante componente cultural y demográfico de origen holandés.