Hospital de Taxadhó, más cercano para llevar al gobernador pero optaron por uno más lejano, privado y caro.



Jorge Montejo

Bajo el argumento de que el lujoso y particular Hospital Español de Pachuca era el más cercano, Vanesa Escalante, secretaria de Salud de Hidalgo, justificó el traslado del gobernador Julio Menchaca Salazar a dicho nosocomio tras sufrir un desmayo durante una gira de trabajo por Actopan. Sin embargo, esta decisión ha generado controversia, ya que el Hospital Regional del Valle del Mezquital, ubicado en Taxadhó, Ixmiquilpan, y perteneciente al sector público, estaba seis kilómetros más cerca.

De acuerdo con Google Maps, la distancia entre Actopan y el Hospital Regional de Taxadhó es de 30.1 kilómetros, un trayecto que se realiza en aproximadamente 30 minutos por vía terrestre. Por otro lado, el tramo de Actopan a Pachuca, donde se encuentra el Hospital Español, es de 36.1 kilómetros y requiere al menos 39 minutos, considerando el tránsito vehicular en puntos críticos como las inmediaciones del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Estas cifras hacen cuestionable la afirmación de que el traslado al hospital privado fue por motivos de cercanía y rapidez.



Aunque funcionarios del área de prensa del gobierno aseguraron que Menchaca fue trasladado en helicóptero, en la conferencia de prensa del martes por la tarde, Escalante afirmó que el gobernador fue transportado en ambulancia. Incluso en el caso de haber utilizado una aeronave, la distancia al hospital público de Taxadhó seguía siendo menor y más accesible.

El hermetismo en torno a las causas del desmayo del gobernador ha sido otro punto de crítica. Treinta horas después del incidente, el área de comunicación social anunció que emitiría un diagnóstico médico detallado. Sin embargo, lo único difundido fue un breve video de 35 segundos donde Menchaca, visiblemente demacrado, agradeció las muestras de afecto y afirmó estar bien sin dar detalles sobre su estado de salud. Aunque Escalante descartó un preinfarto y atribuyó el episodio al cansancio, en los pasillos del Palacio de Gobierno persisten rumores sobre la gravedad de su estado, incluyendo la posibilidad de una cirugía próxima que requeriría licencia temporal.



La decisión de internarlo en un hospital privado también ha generado críticas. El diputado panista Asael Hernández Cerón expresó su solidaridad con el gobernador, pero señaló que la elección del Hospital Español evidencia la desconfianza hacia el sistema de salud público. “Es evidente que el sistema de salud público en nuestro país es deficiente; la muestra es clara, ya que su mismo equipo prefirió internarlo en un hospital privado antes de hacerlo en una institución pública”, puntualizó en su cuenta de Facebook. 


Desde la campaña electoral de Menchaca han circulado rumores sobre su salud, incluidos problemas de visión severos. Además, en círculos gubernamentales se especula que los desaciertos del secretario de Gobierno, Guillermo Olivares, conocido como “el Quico”, han generado tensiones que han impactado la salud del mandatario. Estas especulaciones y la falta de información oficial alimentan la percepción de un gobierno opaco, incapaz de despejar las dudas sobre el bienestar del gobernador y la gestión de crisis dentro de la administración estatal.

La insistencia en mantener bajo reserva las circunstancias del traslado y la salud de Menchaca solo refuerza la sensación de hermetismo y genera incertidumbre entre la ciudadanía. La elección de un hospital privado más lejano y caro, junto con la ausencia de transparencia, plantea preguntas incómodas sobre la prioridad que el gobierno da al sistema de salud público y a la rendición de cuentas en momentos críticos.