Cómo interpretar la piedra del sol mexica (o azteca)


La Piedra del Sol resume en su estructura concéntrica las concepciones mexicas del espacio y el tiempo. Señala las cuatro direcciones cardinales –con el Oriente hacia arriba– y marca la sucesión de los 20 días adivinatorios, el ciclo de 52 años y las cinco eras cosmogónicas, afirma López Luján en consonancia con Alfredo López Austin, pionero en estudios mesoamericanos que aseguraba que la piedra simboliza las concepciones del tiempo de los mexicas, representa al sol que es el día, el “mes” de 20 días, el año, el período de 52 años y las eras del mundo. 

El 17 de diciembre de 1790, fue encontrada la “Piedra del Sol” en la Plaza Mayor, uno de los monolitos más antiguos que se conservan de la cultura mexica, cuya fecha de elaboración data alrededor del año 1479.

Es un disco de basalto con inscripciones alusivas a la cosmogonía mexica y los cultos solares. Debió ser utilizado con el propósito de sustentar la lucha de los guerreros en la ceremonia de tlacaxipehualiztli, el medio mes gregoriano en el que se realizaban los sacrificios rituales y no hispanista, no eran todo el tiempo y en Europa también los hubo entre druidas, celtas vikingos, romanos, etcétera. 

Mide 3.60 m de diámetro, 1.22 m de grosor y pesa 24 toneladas.