Los últimos días del secretario de gobierno



Jorge Montejo

En Hidalgo la calaca,
se pasea sin tardanza,
busca a Olivares Reyna,
con mucha perseverancia.

El gobernador observa,
con ojos muy afilados,
a su secretario de gobierno,
por errores encadenados.

“¡Oh Reyna!”, dice la Muerte,
“tus días están contados,
tus mediaciones sin suerte,
te tienen muy señalado”.

Los problemas se acumulan,
el pueblo ya se queja,
la Catrina disimula,
pero lleva una guadaña vieja.

Olivares suspira triste,
sabe que el fin se acerca,
la huesuda ya lo viste,
para el inframundo, le resta.

Con sarcasmo y gran risa,
la Muerte le hace guiños,
“Tu puesto ya agoniza,
ven conmigo, no hagas chillidos”.

Así que Olivares Reyna,
despídete del gobierno,
que la calaca en su hamaca,
te espera en el infierno.