#Investigación 🔬 | Julio Gálvez
El gobierno de Hidalgo parece perpetuar las mismas prácticas corruptas que caracterizaron a los gobiernos del PRI, a pesar de las promesas de transformación bajo la bandera de Morena. Este fenómeno plantea una pregunta crucial: ¿cómo puede haber una verdadera transformación cuando los actores políticos son los mismos, simplemente disfrazados de guinda?
Hidalgo es un claro ejemplo de “capitalismo de cuates”, un concepto acuñado en la Universidad de Cambridge para describir una distorsión del neoliberalismo. En este modelo, un pequeño grupo de políticos se apodera del gobierno y, junto con empresarios o prestanombres corruptos, amasa fortunas al amparo del poder. Esta práctica, profundamente arraigada, ha permitido que ciertos individuos se beneficien desproporcionadamente, perpetuando la desigualdad y la injusticia.
Una de las estrategias clave para mantener este sistema es el control de la información y la manipulación de la opinión pública. Como expone Elías Canetti en su obra “Masa y poder”, los políticos necesitan medios de comunicación que difundan una verdad única, permitiéndoles controlar a la población. En Hidalgo, esto se logra a través de contratos millonarios con medios afines, que aseguran una cobertura favorable al gobierno.
Un ejemplo claro de esto es el contrato DPAG-004/2023, de prestación de servicios por adjudicación directa otorgado por el Gobierno del Estado de Hidalgo a Milenio Diario, Sociedad Anónima de Capital Variable. Según información obtenida del portal de transparencia, este contrato asciende a $1,710,625.72 mensuales, bajo el concepto de “difusión de programas y actividades gubernamentales”. Esta suma considerable evidencia el compromiso del gobierno estatal de asegurar una imagen positiva a través de medios afines.
De manera similar, la presidencia municipal de Pachuca otorgó un contrato MPS-SA-AD-Milenio Diario-22, a la misma empresa por $494,999.93, destinado a la “difusión de información institucional del Municipio de Pachuca de Soto Hidalgo en Milenio Diario y Suplementos”, dividido en pagos mensuales de $71,874.99 durante seis meses. Estos contratos, más allá de su valor monetario, revelan una estrategia clara de manipulación mediática.
La inversión en estos contratos pone en evidencia las sumas millonarias que el gobierno de Hidalgo destina para mantener una imagen favorable de la llamada “Cuarta Transformación”. Sin embargo, esta estrategia de comunicación, que busca convencer al pueblo de una verdadera transformación, oculta una realidad persistente: la prensa en Hidalgo está manipulada y controlada por el gobierno que, a pesar de su afiliación a Morena, sigue utilizando las mismas prácticas del PRI para engañar a la población.
En Hidalgo, la realidad se hace evidente al comparar el gasto en comunicación con el destinado a obras públicas. Mientras se invierten sumas millonarias en contratos con medios de comunicación para mantener una imagen gubernamental favorable, municipios como Pachuca enfrentan vialidades destrozadas y una grave carencia de agua. Esta disparidad revela una prioridad preocupante: se destina más dinero a la manipulación mediática que a resolver los problemas urgentes que afectan la calidad de vida de los ciudadanos.
Este panorama subraya la necesidad de una verdadera transparencia y rendición de cuentas en Hidalgo. La perpetuación de estas prácticas corruptas no solo socava la confianza en las instituciones democráticas, sino que también impide el desarrollo de una sociedad más justa y equitativa. Para lograr una transformación genuina, es imperativo que los ciudadanos exijan un cambio real en las prácticas de gobierno, que vaya más allá de los colores y los nombres, y se centre en la integridad y el bienestar de todos los hidalguenses.
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P.D. Está información es gratuita, ante la ofensiva del gobierno del estado para manipular la opinión pública a través de contratos millonarios con medios afines, solicitamos el apoyo de la ciudadanía para difundir los artículos de Nuevo Gráfico. Solo con su ayuda podremos contrarrestar la desinformación y promover una verdadera transparencia y rendición de cuentas.