El arcaico modelo de elección indirecta en un país que cuestiona los procesos electorales de otras naciones
Ricardo Montoya
Este lunes , en el cierre de campañas electorales por la presidencia de los Estados Unidos las cuales se realizarán este martes, las encuestas indican que hay un virtual empate técnico al haber una diferencia de solo 0.2 puntos porcentuales entre el candidato del partido republicano Donald Trump y la del partido demócrata ,Kamala Harris.
Según los sondeos, Donald Trump tiene 47.5% de las preferencias electorales contra el 47.3% de Kamala Harris.
No obstante hay que recordar que las elecciones de Estados Unidos no se ganan por el voto popular mayoritario de la ciudadanía sino por el voto colegiado ya que es una elección de tipo indirecto.
En siglo XVIII, cuando Estados Unidos surge como nación independiente de Reino Unido, no había medios de comunicación electrónicos como los que existen ahora, por lo que cuando se realizaba una elección presidencial, había una gran tardanza, a veces de hasta varias semanas para saber el resultado exacto de la votación de cada estado , por las distancias que se tenían que recorrer por medio de diligencias acarreadas a caballo para concentrar la información hasta el centro de conteo de votación proveniente desde todos los estados de la Unión Americana.
Por ello se recurrió al voto colegiado; qué consiste en que cada estado independientemente del número de pobladores que tenga, y en base a su importancia económica y de otros aspectos, tiene un número determinado de delegados.
Se da el caso que hay estados con menos población que otros pero que tienen derecho a más delegados por su situación económica.
Supongamos que hay un estado que tiene 10,000 habitantes y otro con 5000; en esa hipotética situación, el que tiene mayor número de pobladores sólo aporta el 5% de recursos de impuestos que recibe la Federación y en cambio el que tiene menos habitantes, genera el 10,15 o 20% de recaudación fiscal al Gobierno Federal.
Entonces, al que aporta más recursos a la nación se le asignan 20 delegados contra cinco al que genera menos.
Se han dado casos en que hay candidatos que han perdido la elección presidencial pese haber obtenido el voto mayoritario de la ciudadanía.
Esto porque los sufragios los obtuvieron en estados con menos delegados.
Al final de la jornada electoral, se cuentan que estados ganaron cada uno de los candidatos, y cuántos delegados suman en total cada uno.
Estos delegados luego se conforman como Colegio Electoral y son los que al final eligen al presidente o presidenta.
Obviamente si la mayoría son del partido republicano van a votar por Trump y si son del demócrata por Harris.
Así que, el escenario en la elección de Estados Unidos es muy incierto y se sabrá hasta las primeras horas de la madrugada de miércoles si Donald Trump se convertirá en el primer presidente que logra reelegirse por un segundo periodo presidencial de forma no consecutiva en la historia de Estados Unidos, o si Kamala Harris se convertirá en la primer presidenta de esa nación.
Es paradójico que Estados Unidos sea el país que de manera constante cuestiona los procesos de elección de otros países a los que considera no democráticos por no respetar la voluntad de la mayoría de los votantes, mantenga no obstante la llamada elección indirecta ya que para muchos analistas, es un sistema de elección injusta ya que dependiendo del estado en que residen, sus votos tienen mayor o menor valor que el de otras entidades.