Jorge Montejo
Genaro García Luna, ese prodigio de la seguridad nacional, siempre ha tenido un séquito de admiradores y protectores entre los grandes del poder político y económico. Desde presidentes en funciones hasta magnates empresariales y políticos de alto vuelo, todos se han esmerado en pulir la carrera de quien fuera considerado el “mejor policía de México”. Qué entrañable, ¿no?
No podemos olvidar a los grandes nombres de su club de fans: Vicente Fox, Felipe Calderón, Raúl Plascencia, Manlio Fabio Beltrones, Omar Fayad, y por supuesto, el incondicional Grupo Televisa. Todos ellos, promotores, aliados y defensores de García Luna, porque, ¿quién no querría estar asociado con tan brillante figura?
Incluso, Omar Fayad, un hombre que claramente sabe reconocer el talento, fue jefe de García Luna durante su tiempo en la Policía Federal Preventiva (PFP), creada en 1999 por el entonces presidente Ernesto Zedillo.
Por lo anterior, seguramente Fayad es el maestro de García Luna, con un currículum que incluía ser subdirector de Antiterrorismo y Contrainteligencia del CISEN, llegó a la PFP para dirigir su Centro de Inteligencia. Con acceso a información privilegiada de organismos nacionales e internacionales, control de intervenciones telefónicas, videos y audios, estaba en una posición envidiable para decidir quiénes eran los buenos y los malos en su lucha contra el crimen organizado.
Y claro, la relación con Omar Fayad no se detuvo en el año 2000. Continuó firme y amistosa a lo largo de los años, demostrando que las verdaderas amistades no se ven afectadas por las turbulencias del tiempo. Incluso cuando el narcotraficante Edgar Valdez, conocido como La Barbie, acusó a García Luna de vínculos con el crimen organizado y de sobornar a narcotraficantes, Fayad se mantuvo firme en su defensa. En el Senado, Fayad se erigió como fan de García Luna, representando al grupo parlamentario del PRI y proclamando su dedicación al combate de las organizaciones criminales, denominándolo “El mejor policía de México”.
Durante la administración de Fayad como presidente municipal de Pachuca, García Luna mostró su compromiso deteniendo a decenas de policías municipales por supuestos vínculos con los Zetas. Qué ironía que estos policías aún declaran su inocencia, pero bueno, detalles menores en la carrera de un héroe nacional.
Durante la administración de Fayad como presidente municipal de Pachuca, García Luna mostró su compromiso deteniendo a decenas de policías municipales por supuestos vínculos con los Zetas. Qué ironía que estos policías aún declaran su inocencia, pero bueno, detalles menores en la carrera de un héroe nacional.
En resumen, PRI y PAN, siempre tan cercanos en espíritu y propósito, han demostrado que cuando se trata de proteger a los suyos, no hay distancias insalvables. Y los personajes más corruptos, aquellos con los vínculos más oscuros con la delincuencia organizada, siempre parecen encontrar un cálido refugio entre los políticos hidalguenses. Qué consuelo saber que la política mexicana sigue siendo un terreno fértil para la camaradería y la protección mutua.
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PD. Salvador Cruz Neri, secretario de seguridad del gobierno de Morena en Hidalgo, también pertenece al mismo clan, porque fue empleado de García Luna y así entre maestros y alumnos cuidan la seguridad de los hidalguenses.