En protesta por cierre del relleno sanitario El Huixmi de Pachuca, arrojaron toneladas de basura en Semarnath.


Ricardo Montoya.

En protesta por el anuncio del cierre definitivo para el mes de diciembre del relleno sanitario de El Huixmi ubicado en el municipio de Pachuca, la mañana de esté lunes cerca de 200 operadores de camiones recolectores y pepenadores que temen perder sus fuentes de empleo así como ejidatarios que desde hace 20 años reciben un pago mensual por permitir la colocación de basura en una parte de un terreno de su propiedad,irrumpieron en las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) ubicado en el parque ecológico de Cubitos donde arrojaron varias toneladas de basura.

A pesar de que los Policías Bancarios a cargo del resguardo del lugar intentaron evitar su ingreso, los inconformes, encabezados por Cecilio Escárcega, líder de los ejidatarios de El Huixmi ingresaron por la fuerza alrededor de las 9 de la mañana a las instalaciones de la Semarnath con seis camiones llenos de basura y en los cuales tenían colocadas mantas con leyendas en las que pedían la destitución de Mónica Mixteca, titular de la dependencia quien no se presentó durante las tres horas que duró la manifestación. 

Cecilio Escárcega dijo que en caso de que  se concrete el cierre del basurero, más de tres mil personas que trabajan en diversas actividades en el lugar se van a quedar sin empleo.

Por ello dijo  que es necesario que la Semarnath abra otra "celda" para confinar los desechos generados por la capital hidalguense y el municipio vecino de Mineral de la Reforma.

Para la construcción de la nueva celda, los ejidatarios de El Huixmi cuentan con otras 15 hectáreas de tierra, aseguró Escarcega.

Sin embargo, señaló que hasta el momento Mónica Mixtega ha mostrado cerrazón y busca a toda costa cerrar el basurero.

Los manifestantes dieron de plazo hasta las 10 de la mañana para que Mixtega o algún otro funcionario de gobierno estatal de alto nivel se presentara para dialogar con ellos bajo la advertencia de que arrojarían la basura frente a las oficinas la titular de Semarnath y en diversos puntos del parque ecológico. 

Exactamente una hora después cumplieron su amenaza al no acudir nadie para atenderlos. 

Luego de arrojar la basura una comisión de funcionarios de la dependencia les pidieron sostener una mesa de diálogo.

Tras la conformación de una comisión de inconformes  por un lapso de 2 horas se reunieron con funcionarios de Semarnath en una oficina de la dependencia. 

Al final se acordaron realizar mesas de trabajo para buscar una solución por lo cual pusieron fin a la manifestación y se marcharon de lugar. 

No obstante, dejaron los  montones de basura cuyo hedor atrajo a enjambres de miles de moscas.

El relleno sanitario del Ejido de El Huixmi, del municipio de Pachuca opera desde hace 20 años en un predio de aproximadamente 60 hectáreas de tierras.

A mediados de marzo de esté año la Semarnath ordenó el cierre, por saturación de la celda siete que empezó a operar en septiembre de 2022 pese a que se tenía previsto que se llenara hasta 2027.

El cierre no solo provocó que se suspendiera el servicio de recolección en Pachuca y otros seis municipios, por lo que Mónica Mixtega anunció la apertura de otra celda sanitaria emergente, en la que solo se confinarían  desechos de la ciudad de Pachuca. 

Sin embargo, hace una semana durante su comparecencia ante el Congreso del estado de Hidalgo en el marco de la glosa del segundo informe de gobierno de Julio Menchaca, la titular de Semarnath dijo que ya no era posible abrir nuevas celdas en el Huixmi, que el lugar ya estaba saturado y que su cierre ya era definitivo para fin de este año. 

En los últimos meses, la falta de un lugar para deposita la basura, ha originado el surgimiento de tiraderos  clandestinos, entre ellos uno, en una barranca de localidad de La Loma el cual se incendió la semana pasada. 

También que los vecinos de Pachuca, Mineral de la Reforma, Mineral del Chico y otros municipios, abandonen su basura en terrenos baldíos, casas abandonadas o bien a las orillas de las zanjas dónde atraviesan las viejas vías de tren.