-Dias antes, había mandado a reprimir a humildes pobladores (todos de la tercera edad y por cierto, morenistas) que habían colocado un plantón frente accesos de la entrada de una mina en protesta por los abusos de Autlán.
-En aquella ocasión Olivares nunca buscó ser intermediador: allí si mandó a la policía para desalojar a los manifestantes.En cambio solapa a Federico Sarabia y secuaces que tienen tomada la planta de Jasso de la cooperativa Cruz Azul.
Ricardo Montoya
No es la primera vez que Guillermo Olivares, secretario de gobierno toma la decisión de defender lo indefendible. En octubre de 2022, apenas 40 días después de que Julio Menchaca había asumido el cargo, Olivares sin intentar dialogar en ningún momento ni ser intermediador entre campesinos y la empresa minera Autlán, mandó a reprimir a 20 humildes pobladores de la localidad de Ixcotla de Molango, casi todos de la tercera edad que se habían plantado frente a una de las minas de esa empresa para denunciar abusos.
No contento con detenerlos, a la semana invitó a los representantes de la minera para que dieran a conocer la entrega de una limosna de 14 millones para hacer obras en 48 localidades indígenas, (en promedio, miseros 300 mil pesos para construir la pavimentación de una calle) para justificar la represión. Ese año la minera Autlán había reportado ganancias en el primer semestre de 2022 de más de 157 millones de dólares y aseguraba sus socios a unas ganancias para el resto de ese año.
En la conferencia de prensa donde salió a respaldar a la minera Autlán y se anunció la limosna de la empresa a las comunidades indígenas, este reportero hizo varias preguntas que Olivares y los representantes de la empresa se negaron a responder.