El control de los medios de comunicación por parte del gobierno es una táctica de poder que ha sido analizada por muchos teóricos, entre ellos Elías Cannetti en su obra “Masa y Poder”. Cannetti argumenta que los gobiernos utilizan los medios de comunicación para controlar a las masas, creando una narrativa oficial que manipula la percepción de la realidad. Este fenómeno se ha observado históricamente en Hidalgo, donde el gobierno ha tratado de manipular la información a su favor, utilizando medios como El Sol de Hidalgo y otros medios afines.
Desde sus inicios, El Sol de Hidalgo ha desempeñado un papel fundamental en la difusión de la propaganda oficial, actuando como una herramienta del gobierno para mantener el control sobre la población. Con el tiempo, otros medios “chayoteros” como Priterio, Milenio y en tiempos de Fayad, las ediciones de los medios nacionales en sus versiones estatales, como el Universal Hidalgo, la Jornada Hidalgo, etc, han seguido sus pasos, reforzando la narrativa oficial y contribuyendo a la manipulación de la opinión pública.
En 1958, en un intento por contrarrestar esta manipulación, surgió Nuevo Gráfico. Este medio se propuso ser un contrapeso a la información oficial del gobierno, ofreciendo una alternativa a la narrativa controlada por El Sol de Hidalgo en aquella época. A través de su labor, Nuevo Gráfico y otros medios independientes han buscado construir una democracia en los medios de comunicación de Hidalgo, promoviendo la libertad de expresión y la diversidad de opiniones.
La democracia se sustenta en dos grandes derechos: el derecho a votar y la libertad de expresión. Sin uno ni el otro, la democracia no puede existir plenamente en un Estado. La opinión pública, cuando es libre y diversa, tiene el poder de quebrar cualquier sistema autoritario y promover la democracia. En Hidalgo, sin embargo, este ideal se enfrenta a la resistencia de un grupo de políticos y empresarios que han acumulado poder y riqueza al amparo del gobierno.
Estos mismos actores buscan perpetuar su sistema de saqueo controlando los medios de comunicación, manipulando la narrativa oficial para mantener su dominio sobre la población. A pesar de que Hidalgo es una de las entidades más pobres del país, con servicios básicos deplorables y falta de inversión en la creación de empresas, la narrativa oficial pinta una realidad diferente. La economía de Hidalgo, similar a la de Venezuela, es sofocada por la corrupción de la clase política que controla todos los sectores productivos del Estado.
Un claro ejemplo de este control es la negativa a permitir la entrada de empresas como Uber en Hidalgo. Los políticos, dueños de la mayoría de los taxis y del transporte público, temen perder su control sobre este sector productivo. Esta situación se repite en otros sectores de la economía, donde el libre mercado es constantemente sofocado por los intereses de la clase política.
La lucha por la libertad de expresión y la independencia de los medios de comunicación es crucial para la construcción de una verdadera democracia en Hidalgo. Solo a través de medios independientes y de una opinión pública informada y crítica, es posible desafiar el poder autoritario y promover un futuro más justo y equitativo para todos los hidalguenses.
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PD. Desde mi punto de vista dentro de nuestra democracia existe el poder político que se obtiene por medio del voto de las personas y el poder mediático, que se obtiene ejerciendo la libertad de expresión. Un medio de comunicación que no se somete al primero puede lograr consolidar la democracia.
