Por Ricardo Montoya
El exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, en medio de una gritería de los integrantes de las bancadas del PAN y del PRI, se presentó en el Senado de la República para sustituir a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, en el escaño que ocupa en la Cámara Alta.
El exmandatario es suplente de su hijo, quien solicitó licencia temporal por cuestiones de salud, según explicó su padre, debido a un problema en la columna vertebral que, aclaró, no es reciente sino que lleva varios meses.
En cuanto Yunes Linares rindió la protesta de ley como senador, pidió la palabra para dirigirse al pleno desde la tribuna, en respuesta a las alusiones en su contra por parte de los senadores panistas.
Sin decir en qué sentido emitirá su voto sobre la reforma judicial, Yunes afirmó que a la familia Yunes nadie los ha doblegado y que no hubo ninguna negociación con el gobierno federal.
Yunes reviró a los panistas diciendo que el único traidor en ese recinto era Marko Cortés, a quien acusó de haberse beneficiado con una senaduría plurinominal gracias al millón de votos que su hijo y él aportaron en la pasada contienda electoral.
Agregó que, mientras su hijo, a pesar de su dolencia en la columna vertebral, recorrió todo el estado de Veracruz durante la campaña para obtener más de un millón de votos, Marko Cortés no hizo nada más que hacer perder al partido. Añadió que, en lugar de estar sentado en el escaño, debería estar trabajando para recuperar la confianza de los ciudadanos en el PAN.
Culpó al dirigente del PAN de la derrota que sufrió el partido el pasado 2 de junio y, a pesar de eso, se benefició al repartir los cargos por representación proporcional entre sus allegados, entre ellos uno de sus hermanos, a quien convirtió en diputado.
Dijo que Marko Cortés no tenía valor y que obligó a otros senadores a criticar la iniciativa de reforma al poder judicial sin siquiera conocerla, así como a lanzar amenazas de expulsar a aquellos legisladores que voten a favor.
Yunes Linares afirmó que Marko Cortés no puede expulsar ni a su hijo ni a nadie del PAN, porque el partido no le pertenece.
Advirtió que él y su hijo van a permanecer en el partido, del que son militantes desde hace más de 20 años, y desde el cual combatieron lo que calificó como el peor gobierno de Veracruz, en referencia al del priista Javier Duarte, a quien señaló de haber inyectado agua a niños con cáncer tras haberse robado el dinero destinado para los medicamentos.
Durante la intervención de Yunes, las bancadas del PRI y el PAN no cesaron en gritar que él y su hijo eran traidores, lo que obligó al presidente de la Cámara de Senadores, Gerardo Fernández Noroña, de extracción morenista, a pedirles que guardaran silencio y respetaran lo que ellos mismos habían solicitado: un debate de altura.