Julio Gálvez
El licenciado Jorge Rojo Lugo fue amigo del suscriptor de este artículo, gracias a mi padre. Nos reuníamos con el licenciado al menos dos veces al mes en algunos restaurantes de la Ciudad de México para platicar de política. En esas reuniones, vi desde abogados reconocidos hasta funcionarios y gobernadores de todos los partidos. El licenciado Rojo Lugo me dejaba sentarme a su lado cuando tenía 16 años, y así fue durante poco más de cinco años. Con posterioridad nunca quise inscribirme en el PRI, pero muchos consejos me han servido en la vida.
Durante esas tertulias, presencié cómo algunos políticos le confesaban traiciones del nuevo PRI y lo vi manejar situaciones con una astucia admirable. Recuerdo una conversación en la que me contó cómo, para convertirse en gobernador, tuvo que generar un problema y luego ofrecer la solución al Presidente de la República en ese tiempo, José López Portillo. “Si quieres llegar, tú mismo debes generar el ambiente”, dijo. Un excelente consejo que se ha quedado conmigo.
No podemos olvidar la desaparición de poderes de 1975, motivada por una crisis política y social en Hidalgo, con protestas y demandas de renuncia del entonces gobernador Otoniel Miranda. Tras la declaratoria de desaparición de poderes, convirtiéndose después Jorge Rojo Lugo en el nuevo gobernador de Hidalgo.
La solicitud de desaparición de poderes en el Congreso de Hidalgo en 2018 me recordó a ese episodio con Don Jorge. En esta ocasión, Omar Fayad tuvo que negociar la gubernatura de Hidalgo con Ricardo Monreal en favor de Morena, para salvar su posición. Esa coyuntura permitió la aprobación sin resistencia de la agenda feminista en el Congreso de Hidalgo, a la cual Fayad no pudo oponerse.
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PD. Esta anécdota la escribimos en estas líneas a solicitud del maestro Benigno Martínez Meneses, ya que en aquellas reuniones, Rojo Lugo siempre nos preguntaba: “y como está Gerardo”, refiriéndose a Gerardo Sosa, para después reírse.