Jorge Montejo
¡Qué sorpresa! Mientras en otros estados morenistas la aprobación de la reforma judicial se logró en menos de 24 horas, en Hidalgo, el PRIMOR por medio de Andrés Velázquez, ha decidido que no hay prisa. Sí, han anunciado que van a esperar a convocar a todos los diputados. Porque, claro, no vaya a ser que se cansen de trabajar tanto, ¿verdad?
En todo el país, la reforma judicial es el tema del momento. Pero los primores de Hidalgo prefieren fingir demencia. Parece que les da miedo meterse con sus amigos del poder judicial. No es para menos, ya que el PRI siempre ha dominado los tres poderes en el estado. Y la idea de que el gobernador pierda el poder para nombrar jueces y magistrados les debe estar provocando noches de insomnio.
La actuación de Hidalgo no deja lugar a dudas: es el PRI disfrazado de Morena el que se opone a la transformación del país. Los diputados, con su escasa capacidad intelectual, demuestran que ni siquiera son capaces de mantener una discusión de altura. Gracias a Morena, con Marco Rico y Mario Delgado, Hidalgo se llenó de impostores del PRI.
Pero eso no es todo. Hidalgo no solo se opone a los intereses de la federación, sino también al derecho mismo. Su lentitud y resistencia a la reforma judicial son un claro mensaje de que prefieren mantener el estatus quo corrupto y privilegiado que los ha beneficiado durante décadas. La verdadera transformación requiere algo más que cambiarse de camiseta. Pero, por lo visto, eso es pedir demasiado a nuestros amigos del PRIMOR.
Así que mientras otros estados avanzan con decisión, en Hidalgo siguen al ritmo de tortuga, demostrando una vez más que aquí, la "transformación" es solo de nombre. La justicia y el progreso pueden esperar, porque en Hidalgo, los intereses de unos pocos siempre estarán por encima del bien común.