Medios chayoteros se autoproclaman independientes en Hidalgo



#Opinión | Julio Gálvez

No cabe duda de que los tiempos cambian. Ahora resulta que los medios oficialistas de Hidalgo, como Milenio Hidalgo y sus intelectuales orgánicos, se autoproclaman campeones del "periodismo independiente". Sí, esos mismos que han pasado una vida entera repitiendo el discurso oficial del PRI, aplaudiendo a los políticos y controlando la mente de la población. Como diría Giovanni Sartori en "Homo Videns", han convertido la información en un instrumento de manipulación, haciendo creer a la gente que su versión es la única verdad.

Estos "periodistas" de siempre, conocidos como los chayoteros, se presentan ahora como los únicos verdaderos periodistas en Hidalgo, mientras discriminan a los periodistas del pueblo y a los medios de la gente. Desde su origen, Hidalgo ha sido gobernado por un selecto grupo de familias que se han adueñado del poder político y económico de la región. Este fenómeno, conocido en la Universidad de Cambridge como "Crony Capitalism" o "Capitalismo de Cuates", describe un sistema en el que un grupo de políticos se enriquece al amparo del poder, utilizando prestanombres y empresarios corruptos para consolidar su dominio.

Generación tras generación, a pesar de los cambios políticos, los privilegiados siguen siendo los mismos. Este ciclo de poder y riqueza concentrado en pocas manos necesita de medios de comunicación que legitimen sus acciones. Es en este contexto que surgieron medios como Milenio, que actúan como reproductores de la información oficial, legitimando a los políticos dentro de este sistema cerrado. Cambian los partidos, pero las figuras de poder permanecen constantes.

Estos medios, conocidos como "medios chayoteros", no solo reportan información sesgada, sino que también sirven como plataformas para la promoción y legitimación de aquellos en el poder. La cercanía entre el poder político y el poder mediático distorsiona el periodismo y manipula la realidad en favor de unos pocos privilegiados. Este periodismo "chayotero" en Hidalgo y la política de lambisconería que lo acompaña han creado un entorno donde los políticos buscan constantemente ser retratados favorablemente por estos medios. Esto no solo distorsiona la información que llega al público, sino que también perpetúa un sistema en el que los mismos grupos continúan beneficiándose a expensas de la transparencia y la democracia.

Y ahora, de repente, estos mismos medios se presentan como adalides del "periodismo independiente". Qué ironía. Es en este contexto que los medios verdaderamente independientes juegan un papel crucial. Alejados del poder político, estos medios contribuyen a la formación de una democracia en entornos autoritarios, fungiendo como contrapesos a través de la opinión pública. Los medios libres desafían el status quo, ofrecen perspectivas alternativas y mantienen a los poderes establecidos bajo escrutinio, fomentando así una sociedad más informada y equitativa.

Así que, mientras los medios chayoteros de Hidalgo se dan golpes de pecho y proclaman su independencia, no nos olvidemos de su larga historia de servilismo y manipulación. La verdadera independencia no se proclama, se demuestra con hechos. Y eso, lamentablemente, es algo que los medios oficialistas de Hidalgo aún no han aprendido.