Jorge Montejo
En política, los ideales son fundamentales porque brindan una brújula moral y un propósito claro para la acción pública. Un político definido por sus ideales (cuyo fundamento son los principios), ya sean de derecha o izquierda, actúa con una visión y un compromiso con el bienestar colectivo, en lugar de perseguir intereses personales o económicos. Sin esta base ideológica como sucede en Hidalgo donde la política es un logro aspiracionista personal, un medio para el enriquecimiento, alejándose de su verdadero fin: servir al pueblo y mejorar la sociedad.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este sábado que con las reformas constitucionales que propuso y que han sido aprobadas o están en discusión, se va a conseguir que la Constitución “regrese a sus orígenes, cuando era una Constitución que tenía como propósito el bienestar del pueblo”. Entre estas reformas destacan la judicial y la de los pueblos indígenas.
López Obrador encabezó lo que calificó como su último acto multitudinario como político en activo, entregando de manera simbólica diversas obras de infraestructura para Nayarit. La ceremonia se realizó en un abarrotado auditorio “Amado Nervo” de la capital del estado, con capacidad para 14 mil asistentes.
Acompañado por el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero y por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, a quien elogió por “no ser fifí”, el mandatario hizo un llamado a “seguir luchando” por hacer realidad los ideales. “Con estas reformas, buscamos que la Constitución vuelva a centrarse en el bienestar del pueblo, como en sus orígenes”, subrayó.
El evento no estuvo exento de tensiones. Un pequeño grupo de manifestantes lanzó consignas y mostró cartulinas en protesta por la reforma judicial. Ante esto, el resto de los asistentes respondió con gritos de “Presidente, Presidente” y “Es un honor estar con Obrador”. El presidente pidió a la concurrencia no preocuparse por la protesta y solicitó una demostración de apoyo a la reforma judicial. La mayoría de los asistentes levantó la mano en señal de respaldo, mientras que solo unos pocos expresaron su rechazo.
“Aprovecho para decirles a los trabajadores del Poder Judicial que ellos no se van a perjudicar, al contrario, se van a beneficiar: que no los manipulen los corruptos”, declaró López Obrador, buscando calmar las inquietudes y reafirmar su compromiso con las reformas.
El evento marcó un momento significativo en la carrera del presidente, quien, a punto de concluir su mandato, reiteró la importancia de continuar la lucha por los ideales que han guiado su administración.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este sábado que con las reformas constitucionales que propuso y que han sido aprobadas o están en discusión, se va a conseguir que la Constitución “regrese a sus orígenes, cuando era una Constitución que tenía como propósito el bienestar del pueblo”. Entre estas reformas destacan la judicial y la de los pueblos indígenas.
López Obrador encabezó lo que calificó como su último acto multitudinario como político en activo, entregando de manera simbólica diversas obras de infraestructura para Nayarit. La ceremonia se realizó en un abarrotado auditorio “Amado Nervo” de la capital del estado, con capacidad para 14 mil asistentes.
Acompañado por el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero y por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, a quien elogió por “no ser fifí”, el mandatario hizo un llamado a “seguir luchando” por hacer realidad los ideales. “Con estas reformas, buscamos que la Constitución vuelva a centrarse en el bienestar del pueblo, como en sus orígenes”, subrayó.
El evento no estuvo exento de tensiones. Un pequeño grupo de manifestantes lanzó consignas y mostró cartulinas en protesta por la reforma judicial. Ante esto, el resto de los asistentes respondió con gritos de “Presidente, Presidente” y “Es un honor estar con Obrador”. El presidente pidió a la concurrencia no preocuparse por la protesta y solicitó una demostración de apoyo a la reforma judicial. La mayoría de los asistentes levantó la mano en señal de respaldo, mientras que solo unos pocos expresaron su rechazo.
“Aprovecho para decirles a los trabajadores del Poder Judicial que ellos no se van a perjudicar, al contrario, se van a beneficiar: que no los manipulen los corruptos”, declaró López Obrador, buscando calmar las inquietudes y reafirmar su compromiso con las reformas.
El evento marcó un momento significativo en la carrera del presidente, quien, a punto de concluir su mandato, reiteró la importancia de continuar la lucha por los ideales que han guiado su administración.