Jorge Montejo
En una sorprendente y absolutamente inesperada movida, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) decidió dar un revés monumental a la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido en los círculos de poder y café como “Alito Moreno”. ¿Quién lo hubiera imaginado? Un político con ambiciones de aferrarse al poder más allá de lo razonable.
Según la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos, las reformas a los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que permitirían la reelección de "Alito" hasta por ocho años más, fueron rechazadas. Parece que alguien por fin leyó el calendario y se dio cuenta de que las reformas se estaban intentando colar cuando el proceso electoral todavía no terminaba. Un detalle menor, claro, pero crucial según el artículo 34 de la Ley General de Partidos Políticos.
Durante la sesión pública, tres consejeros del INE, con una sagacidad digna de Sherlock Holmes, determinaron que las reformas estatutarias del PRI se realizaron fuera del plazo legalmente establecido. Un pequeño desliz, nada más.
Esta deliberación todavía deberá pasar al Consejo General del INE para su análisis, discusión y posible aprobación. La decisión tomada en la 24ª Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, en julio, de reelegir a "Alito" no es un hecho consumado. ¡Qué pena!
Entre los primeros en alzar la voz en contra estuvo el consejero Uuc-kib Espadas, quien, con la firmeza de un guardián de la legalidad, insistió en que no se deben permitir estatutos que contradigan la ley. Dania Ravel y Arturo Castillo, otros dos valientes consejeros, también coincidieron en que los cambios debieron realizarse al final del proceso electoral y que la documentación básica de los partidos no puede ser alterada caprichosamente en medio de comicios.
Y ahora, una breve biografía del hombre del momento: Alejandro Moreno. Licenciado en Derecho por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores René Descartes (sí, así como lo oyen, René Descartes), con una maestría en Derecho Procesal Penal y un diplomado en Derecho Electoral por la Universidad Autónoma de Campeche. Ha estado al mando del PRI desde 2019 y ha ocupado diversos cargos, como síndico de Campeche y Senador de la República. Sin duda, un hombre de vasta y variada experiencia.
Así que, queridos lectores, estaremos atentos a ver si "Alito" encuentra alguna otra rendija legal para aferrarse al poder o si finalmente el PRI tendrá que buscar un nuevo timonel para guiar su barco. Mientras tanto, nos queda el consuelo de que, al menos por ahora, la ley ha prevalecido sobre las ansias de reelección.