Alonso Quijano
Este miércoles, dentro del Poder Judicial, trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) protagonizaron una protesta inusual, esta vez para apoyar la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF). Lejos de la tradicional defensa de la independencia judicial, los manifestantes exigieron el fin de los privilegios de los impartidores de justicia y se mostraron a favor de una medida que hasta hace poco hubiera sido impensable: la elección popular de jueces, magistrados y ministros.
Encabezando la protesta estuvieron empleados de las ponencias de las ministras Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, quienes se han manifestado públicamente a favor de la reforma promovida por el Presidente. Con consignas como “¡Elección, elección, ya es una decisión!”, “Abajo los privilegios, arriba la democracia” y “Sin pueblo, el poder judicial es perjudicial”, los manifestantes expresaron su apoyo a un cambio radical en la estructura del sistema judicial mexicano.
El escenario fue el exterior de la Segunda Sala del Máximo Tribunal, donde la jornada comenzó con una clara división entre los empleados. Mientras unos demandaban el cambio, otros mantenían una postura firme en defensa del statu quo, colocando pancartas dentro del recinto en contra de la iniciativa. Este desencuentro llevó al Ministro Alberto Pérez Dayán a intervenir personalmente, pidiendo respeto mutuo entre los grupos.
La protesta también reflejó un malestar entre las ministras Batres, Esquivel y Ortiz, quienes criticaron que inicialmente solo se permitiera el acceso a los manifestantes en contra de la reforma. Finalmente, el Ministro Pérez Dayán autorizó la entrada de los empleados a favor de la iniciativa, logrando así que ambas posturas se hicieran escuchar dentro del salón de sesiones.
Entre los manifestantes destacó la presencia de Netzaí Sandoval, exdirector del Instituto Federal de Defensoría Pública y actual Secretario de cuentas de la Ministra Batres. Su participación y la de otros trabajadores subrayaron el apoyo interno a la reforma, que propone, entre otras cosas, que en 2025 se elijan por voto popular 34 cargos clave del Poder Judicial de la Federación, incluidos jueces, magistrados y ministros de la SCJN.
A pesar de la intensidad de la protesta, esta concluyó pacíficamente alrededor de las 12:50 horas, permitiendo que la sesión de la Segunda Sala iniciara sin mayores incidentes. Aunque la manifestación a favor de la reforma fue notable, en ningún momento se discutió oficialmente sobre ella durante la sesión.
Este movimiento dentro de la SCJN marca un punto de inflexión en la historia del Poder Judicial en México. Lo que alguna vez habría sido considerado una afrenta a la independencia judicial, hoy se presenta como una demanda legítima por parte de aquellos que claman por un Poder Judicial más cercano al pueblo y menos alejado en sus torres de marfil. La propuesta de elección popular de jueces, magistrados y ministros es, sin duda, una apuesta arriesgada que transformará la relación entre la justicia y la ciudadanía. El país, expectante, aguarda los próximos capítulos de este trascendental debate.