#Opinión | Jorge Montejo
¡Qué rápido fue purificada Erika Rodríguez! Nuestra aún diputada local del PRI-GPI, con la mano en la cintura, se mudó a la bancada morenista, y así, como por arte de magia, ahora ya es "morenista" de pura cepa.
Mientras hay cientos de morenistas con verdadera convicción, preparación y ganas de servir al pueblo, vemos cómo personajes como Rodríguez, con un simple "saltito", logran mantener sus privilegios. No es de sorprender que muchos morenistas de base se sientan desplazados por estos camaleones políticos que solo buscan seguir en el poder aprovechándose de la imagen de AMLO.
Erika Rodríguez, con su cambio de partido, le arrebató un espacio vital a los verdaderos morenistas. Engañó a los ciudadanos de los municipios que conformaban su distrito. Durante su precario desempeño legislativo, no solo se destacó por su inacción, sino también por ser cómplice de la gran corrupción que ha imperado y sigue imperando. Cada una de sus acciones violenta los principios que tanto enarbolan Morena y la 4T.
Pero esto no termina aquí. Es casi seguro que Rodríguez, en su descaro habitual, ya esté buscando otros espacios en el servicio público, ansiosa de seguir con su estilo de vida privilegiado. Todo mientras se disfraza de algo que no es.
Lo más preocupante es que esta historia no es exclusiva de Rodríguez. A nivel municipal, estamos viendo un patrón similar: figuras del PRI se están infiltrando en el PT que huele más a PRIAND que otra cosa. Los mismos de siempre, con otro disfraz, perpetúan sus prácticas bajo nuevas siglas, pero con las mismas viejas intenciones.
Este fenómeno no solo es alarmante; es una traición a los principios y valores por los que miles de morenistas han luchado. La transformación que tanto se pregona se diluye cuando permitimos que estos personajes sigan manejando el timón.
Debe surgir una resistencia firme a nivel local por parte de las bases de Morena, los simpatizantes de la izquierda y el pueblo en general, para detener el avance de estos "chapulines" políticos. No podemos seguir dándoles juego ni solaparlos en sus eventos y proyectos, que claramente están diseñados para su propio enriquecimiento y la conservación de sus privilegios. Es imperativo que nos mantengamos unidos y vigilantes, rechazando cualquier intento de infiltración de quienes solo buscan el poder por el poder.