Alonso Quijano
En un claro gesto de solidaridad y respaldo, el Ministerio de Exteriores de China ha instado a Estados Unidos a abandonar sus políticas de intervencionismo en América Latina, subrayando la necesidad de cultivar relaciones basadas en el respeto mutuo y la no interferencia en los asuntos internos de cada país. Esta declaración marca un punto importante en la creciente tensión entre las potencias globales y América Latina, particularmente tras las recientes declaraciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Durante una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, destacó que, aunque Estados Unidos haya declarado oficialmente el fin de la Doctrina Monroe, la realidad es que, durante los últimos 200 años, la hegemonía y las relaciones de poder asociadas a esta doctrina siguen vigentes y lejos de ser abandonadas. Lin Jian reafirmó el "pleno" apoyo de China a las naciones latinoamericanas frente a las "interferencias extranjeras" llevadas a cabo por Washington, enfatizando que "tales enfoques no obtendrán apoyo y serán relegados a los confines de la historia".
China exhortó a Estados Unidos a descartar lo que calificó como una "desfasada Doctrina Monroe" y el intervencionismo en la región, instando a detener las acciones unilaterales basadas en la intimidación, la coerción, las sanciones y los bloqueos. En lugar de estas tácticas, el portavoz chino subrayó la necesidad de desarrollar relaciones basadas en el respeto mutuo, la igualdad y la no interferencia en los asuntos internos de cada país.
"La hegemonía y las relaciones de poder de Estados Unidos van en contra de la imparable tendencia histórica de los países latinoamericanos a mantenerse independientes y a buscar fuerza a través de la unidad", añadió Lin Jian, destacando el deseo de la región de avanzar hacia una mayor independencia y cooperación basada en principios equitativos.
Este respaldo de China a México y a otras naciones latinoamericanas se produce en un momento de creciente tensión entre México y Estados Unidos. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció recientemente que las relaciones con Washington están "en pausa" tras las críticas del embajador estadounidense en México, Ken Salazar, respecto a la reforma judicial propuesta por el gobierno de López Obrador. Este anuncio ha intensificado las ya complejas relaciones entre ambos países, situando a México en el centro de un debate sobre soberanía e intervención extranjera en la región.
La Doctrina Monroe, que fue formulada en 1823 por el entonces presidente estadounidense James Monroe, ha sido durante casi dos siglos una base para el intervencionismo de Estados Unidos en América Latina. Aunque su vigencia ha sido cuestionada en el discurso político moderno, las acciones recientes de Washington en la región han revivido las críticas a esta política, llevando a una reevaluación de las relaciones hemisféricas.
El respaldo de China a las naciones latinoamericanas, y en particular a México, refuerza el posicionamiento de estas naciones en su búsqueda por una mayor independencia y un alejamiento de las políticas intervencionistas que han marcado su historia reciente. Este apoyo también subraya la creciente influencia de China en América Latina y su interés en consolidar lazos con la región en un momento de transición y redefinición de las relaciones globales.