La Izquierda Impulsa la Revocación de Mandato en Hidalgo.



Julio Gálvez

En el turbulento escenario político de Hidalgo, recientes movimientos y negociaciones han revelado profundas traiciones y estrategias que han generado controversia. Ricardo Monreal, conocido operador político, negoció con el entonces gobernador Omar Fayad la transición gubernamental. Ante los ataques de Fayad al poder legislativo, se redactó un documento que proponía la desaparición de poderes en el estado, utilizando este como herramienta de negociación.

Fayad, en un intento por salvar su pellejo, traicionó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) al que pertenecía, y para ocultar su deslealtad, creó el grupo plural independiente. Este grupo servía de fachada para disimular su alineación con Monreal y Morena, y preservar sus intereses y privilegios en tiempos de cambio con prestanombres corruptos como sucede con Juan Carlos Martínez.

En Hidalgo, la "mafia del poder" implementó una estrategia similar al caballo de Troya, infiltrando a juniors políticos y exmiembros del PRI en las filas de Morena. El objetivo era claro: mantener sus privilegios y control dentro del gobierno, a pesar de la aparente transformación política.

La exclusión de la auténtica izquierda para permitir que las familias adineradas conservaran su influencia dentro del gobierno ha generado descontento entre los sectores más progresistas de Hidalgo. Ante este panorama, surge la necesidad de impulsar la revocación de mandato desde las bases de Morena, un mecanismo de participación ciudadana que permite decidir sobre la continuidad o conclusión anticipada de los gobernantes. Este derecho, respaldado por el artículo 35 fracción IX de la Constitución Mexicana, fue promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La revocación de mandato tiene como objetivo destituir o ratificar a un funcionario electo antes de que finalice su mandato, basándose en el respaldo mayoritario de los electores y motivado por el desempeño en el cargo. Sus beneficios incluyen fortalecer la participación ciudadana en el ejercicio del poder y garantizar un control constante sobre los gobernantes.

En un contexto donde la participación ciudadana es fundamental para una democracia genuina, la revocación de mandato se presenta como una vía constitucional para expresar descontento y buscar cambios sociales, así como para ratificar la confianza en el gobernante en turno. Este mecanismo demuestra que el poder radica en el pueblo y no en los políticos.

La izquierda hidalguense debe enfocar sus esfuerzos en la práctica de este mecanismo si existe inconformidad con el actual gobernador o para ratificarlo en el encargo. En lugar de aliarse con grupos porriles o delincuenciales, la verdadera izquierda debe canalizar sus energías hacia la recolección de firmas necesarias en todo el estado para la aprobación de la revocación de mandato. Este enfoque permitirá generar un cambio real y evitar fragmentarse en intereses divergentes que solo benefician a políticos oportunistas y chapulines.

Hidalgo podría convertirse en el primer estado en aplicar la revocación de mandato impulsada por AMLO en su territorio, una medida que no solo sanearía el panorama político, sino que también reforzaría la idea de que el poder reside en el pueblo. La implementación de esta herramienta es crucial para desarticular acuerdos que impiden el cambio verdadero y perpetúan el control de las mismas familias privilegiadas en el estado.

La revocación de mandato es más que un mecanismo legal; es una oportunidad para que los ciudadanos tomen el control de su futuro y demanden responsabilidad de sus líderes. La verdadera transformación en Hidalgo solo será posible si la ciudadanía se une y utiliza esta herramienta constitucional para asegurar que sus gobernantes trabajen realmente en su beneficio.

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Pd. La izquierda hidalguense ha anunciado el inicio de mesas de trabajo en todo el estado para impulsar la revocación de mandato en Hidalgo. En un esfuerzo por movilizar a la ciudadanía, se hace un llamado a todos aquellos que formaban parte de los comités ciudadanos de defensa de la Cuarta Transformación (4T) para que se unan a estas mesas y participen activamente en la recolección de firmas necesarias para llevar a cabo el proceso. Siguiendo el ejemplo de AMLO a nivel federal, se busca dar un ejemplo de participación democrática y responsabilidad política también a nivel local, una vez que López Obrador deje la presidencia.