El PAN en Hidalgo antes se le arrodillaba al PRI, ahora se arrodilla ante el PRIMOR.
#Opinión | Jorge Montejo.
Ah, el PAN en Hidalgo, ese bastión de principios y valores inquebrantables... o al menos eso dicen ellos. Dirigido con mano firme por Claudia Lilia Luna Islas, el partido se ha convertido en un ejemplo de cómo no tener una ideología propia y ser, más bien, el lacayo perfecto. No es sorpresa que Asael Hernández Cerón tenga tanto control sobre el partido; después de todo, se requiere de una habilidad especial para mantener a todos alineados con los nuevos "valores" de Morena.
Recordemos esos días de antaño cuando el PAN pretendía ser una oposición feroz al PRI. ¡Qué tiempos aquellos! Sin embargo, la verdad siempre estuvo a la vista: compartían más de lo que querían admitir. Y ahora, en una fascinante muestra de transformación, han encontrado su nueva alma gemela en Morena. ¡Qué conveniente!
Pronto veremos al PAN votar a favor de Morena en el congreso local, justificando sus acciones con el argumento más patriótico y genuino que se les pudo ocurrir: "Nuestro partido es Hidalgo". Claro, porque cuando uno piensa en el PAN, lo primero que viene a la mente es su inquebrantable lealtad a... ¿el dinero? Digo, ¿a Hidalgo?
La hipocresía se viste de azul, pero no hay que dejarse engañar por los colores. En Hidalgo, el PAN ha demostrado que no importa quién esté en el poder; ellos siempre estarán dispuestos a ser sus fieles sirvientes. ¿Ideología? ¿Principios? ¡Por favor! Esos son conceptos arcaicos que solo estorban en la búsqueda del interés propio.
En conclusión, el PAN en Hidalgo no tiene una ideología propia. Son lacayos del poder, siempre listos para venderse al mejor postor. Y así, el ciclo continúa, con el PAN adaptándose y cambiando de color como el camaleón político que siempre ha sido.
Ah, el PAN en Hidalgo, ese bastión de principios y valores inquebrantables... o al menos eso dicen ellos. Dirigido con mano firme por Claudia Lilia Luna Islas, el partido se ha convertido en un ejemplo de cómo no tener una ideología propia y ser, más bien, el lacayo perfecto. No es sorpresa que Asael Hernández Cerón tenga tanto control sobre el partido; después de todo, se requiere de una habilidad especial para mantener a todos alineados con los nuevos "valores" de Morena.
Recordemos esos días de antaño cuando el PAN pretendía ser una oposición feroz al PRI. ¡Qué tiempos aquellos! Sin embargo, la verdad siempre estuvo a la vista: compartían más de lo que querían admitir. Y ahora, en una fascinante muestra de transformación, han encontrado su nueva alma gemela en Morena. ¡Qué conveniente!
Pronto veremos al PAN votar a favor de Morena en el congreso local, justificando sus acciones con el argumento más patriótico y genuino que se les pudo ocurrir: "Nuestro partido es Hidalgo". Claro, porque cuando uno piensa en el PAN, lo primero que viene a la mente es su inquebrantable lealtad a... ¿el dinero? Digo, ¿a Hidalgo?
La hipocresía se viste de azul, pero no hay que dejarse engañar por los colores. En Hidalgo, el PAN ha demostrado que no importa quién esté en el poder; ellos siempre estarán dispuestos a ser sus fieles sirvientes. ¿Ideología? ¿Principios? ¡Por favor! Esos son conceptos arcaicos que solo estorban en la búsqueda del interés propio.
En conclusión, el PAN en Hidalgo no tiene una ideología propia. Son lacayos del poder, siempre listos para venderse al mejor postor. Y así, el ciclo continúa, con el PAN adaptándose y cambiando de color como el camaleón político que siempre ha sido.
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Pd. Parece que se vive en la época del padrinini Manuel Angel Núñez, donde no existía oposición solo importaba el bienestar de Hidalgo y todos coincidían ideológicamente PRI-PAN-PRD y ahora Morena, como buenos hermanos, seguramente negociarán puestos para sus dirigentes a cambio de derrotas electorales 🤣