Diputada plagia iniciativa de menstruación digna.



Jorge Montejo

En el big brother de la política hidalguense, donde la originalidad es tan abundante como los unicornios, la diputada Lisset Marcelino Tovar ha demostrado una vez más que la creatividad puede ser fácilmente "inspirada" por el trabajo de otros. En un acto que dejó boquiabiertos a aquellos que todavía creen en el esfuerzo propio, Marcelino Tovar presentó con gran fanfarria una iniciativa sobre la "menstruación digna". Lo curioso es que esta brillante propuesta parece un calco perfecto de la iniciativa aprobada en el Pleno del Congreso en 2020, como parte de un paquete de reformas del Centro de Investigaciones Sociales (CIS).

Ah, pero no es solo un simple plagio, es una obra maestra de reciclaje político. La iniciativa original, impulsada por el ex legislador Víctor Guerrero, y claramente registrada por el CIS en su página: www.centrocis.org/investigacion incluía reformas que garantizaban el acceso gratuito a productos menstruales en instituciones educativas públicas. Con esta movida, Marcelino Tovar no solo demuestra su habilidad para "adoptar" ideas, sino también para ignorar descaradamente los derechos de autor.

Es como si Marcelino Tovar dijera: "¿Para qué molestarse en pensar algo nuevo cuando puedes simplemente copiar y pegar?" La originalidad es tan sobrevalorada cuando hay documentos tan convenientes de los que uno puede apropiarse. Después de todo, el CIS ya hizo todo el trabajo pesado y hasta tiene los archivos originales de esa y otras iniciativas.

Y en el mismo tenor de genialidad política, recordemos la reforma a la Procuraduría General de Justicia para convertirla en Fiscalía. Aprobada con promesas de autonomía para el fiscal y todo un paquete de situaciones revolucionarias, esta reforma está empolvada en algún rincón porque, ¡sorpresa!, el gobierno no tiene dinero para implementarla.

Es un detalle menor, claro. Es como comprar una máquina del tiempo pero no poder pagar la factura de la luz. Pero no nos preocupemos, porque la capacidad de nuestros legisladores para prometer lo imposible sigue intacta.

En el vibrante ecosistema del Congreso actual, la venta de iniciativas de legislaturas pasadas a los nuevos diputados es un secreto a voces. Los personajes administrativos han perfeccionado el arte de reciclar y revender, haciendo que incluso las ideas más antiguas brillen como nuevas. Es casi como un mercado de pulgas de propuestas legislativas, donde lo vintage está siempre de moda.

En resumen, la diputada Lisset Marcelino Tovar ha dejado una huella indeleble en la política contemporánea, demostrando que la creatividad no es tan importante como saber de dónde copiar. Mientras tanto, el CIS puede consolarse sabiendo que su trabajo sigue influyendo y aportando a la sociedad, aunque de una manera que nunca imaginaron. Y nosotros, los espectadores, seguiremos disfrutando del espectáculo, con la esperanza de que algún día la originalidad vuelva a ser valorada en el Congreso.

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Pd. Estos diputados son discípulos del Fisgón 🤣