Algunas personas consideran a la cochinilla como un insecto parásito difícil de controlar en el huerto, pero en Oaxaca, México, es cultivado y cuidado entre nopales con mucho esmero.
Es usado en la industria textil para teñir fibras como seda y lana, ya que genera un color único e intenso en tonos rojos. Su uso a perdurado en el tiempo entre los pueblos indígenas.