Jorge Montejo
Mientras la delegación mexicana daba su mejor actuación en los Juegos Olímpicos de París 2024, luchando incansablemente por llevar triunfos al deporte nacional, Ana Gabriela Guevara, la siempre atenta directora de la CONADE, fue captada en un lujoso restaurante que desató críticas.
Porque, claro, nada dice “apoyo incondicional” a nuestros deportistas como una cena en uno de los restaurantes más prestigiosos de París. A través de redes sociales, usuarios filtraron imágenes de la directora de la CONADE cenando plácidamente en el renombrado Au Pied de Cochon. En las fotografías se pudo apreciar a Ana Guevara acompañada de una persona más, ambas disfrutando de una experiencia gastronómica que seguramente les recargó las energías para seguir “trabajando arduamente” por el deporte nacional.
Mientras nuestros atletas sudaban la gota gorda, enfrentando adversarios de todo el mundo, Ana Guevara, en un evidente gesto de solidaridad, demostraba su compromiso con el deporte mexicano desde la comodidad de una cena de lujo. ¡Qué inspirador! Sin duda, esta es la clase de liderazgo que motiva a nuestros deportistas a dar lo mejor de sí.
El momento cumbre llegó cuando, en un alarde de sencillez y cercanía, la directora de la CONADE degustaba platos que, seguramente, contenían ingredientes indispensables para el éxito olímpico. Porque todos sabemos que una cena opulenta en París es lo que realmente hace falta para impulsar a nuestros atletas a la victoria.
Mientras tanto, en la Villa Olímpica, los deportistas mexicanos probablemente se preguntaban cuál sería el menú en Au Pied de Cochon y si algún día tendrían la fortuna de recibir un apoyo tan evidente y tangible. Pero, claro, ellos están acostumbrados a dejarlo todo en la cancha, mientras otros lo dejan todo... en la mesa del restaurante.
Mientras tanto, en la Villa Olímpica, los deportistas mexicanos probablemente se preguntaban cuál sería el menú en Au Pied de Cochon y si algún día tendrían la fortuna de recibir un apoyo tan evidente y tangible. Pero, claro, ellos están acostumbrados a dejarlo todo en la cancha, mientras otros lo dejan todo... en la mesa del restaurante.