Julio Gálvez.
En una época en la que se ha vuelto casi rutinario conocer los ingresos de figuras públicas como el periodista Carlos Loret de Mola, no podemos dejar de preguntarnos por qué no se aplica la misma transparencia en los ingresos de medios chayoteros de las administraciones del PRI y de la pasada administración de Omar Fayad en Hidalgo.
Los ingresos de Loret de Mola han sido desglosados y expuestos públicamente, alimentando el debate sobre la relación entre periodistas y el poder político. Si esta transparencia es tan beneficiosa para el escrutinio público y la rendición de cuentas, ¿por qué no aplicarla también a los gobiernos locales? En particular, a los montos y destinatarios de los contratos de publicidad y comunicación social del estado de Hidalgo.
Lo anterior, porque es costumbre que en Hidalgo algunos medios se enfoquen a la autopromoción de los políticos que en la verdadera información pública. Con la llegada de la 4T a Hidalgo, sería interesante que se dieran a conocer los gastos de comunicación social del gobierno de Fayad y de administraciones anteriores. ¿Cuánto se gastaba realmente en estos contratos? ¿Quiénes son los principales beneficiarios? ¿Qué medios de comunicación son los que tiene los más jugosos contratos?
Hacer públicos estos gastos permitiría a los ciudadanos de Hidalgo tener una visión más clara de cómo se utilizan los recursos públicos y, más importante aún, evaluar si estos gastos responden a las verdaderas necesidades de la población o si eran simplemente una herramienta para mantener buenas relaciones con ciertos medios de comunicación.
Si podemos conocer los detalles financieros de un periodista, es justo y necesario que también tengamos acceso a la información sobre los recursos que se destinan a los medios chayoteros. Esta transparencia no solo fortalecería la confianza en las instituciones, sino que también permitiría una mejor fiscalización del uso de los recursos públicos.
En una época en la que se ha vuelto casi rutinario conocer los ingresos de figuras públicas como el periodista Carlos Loret de Mola, no podemos dejar de preguntarnos por qué no se aplica la misma transparencia en los ingresos de medios chayoteros de las administraciones del PRI y de la pasada administración de Omar Fayad en Hidalgo.
Los ingresos de Loret de Mola han sido desglosados y expuestos públicamente, alimentando el debate sobre la relación entre periodistas y el poder político. Si esta transparencia es tan beneficiosa para el escrutinio público y la rendición de cuentas, ¿por qué no aplicarla también a los gobiernos locales? En particular, a los montos y destinatarios de los contratos de publicidad y comunicación social del estado de Hidalgo.
Lo anterior, porque es costumbre que en Hidalgo algunos medios se enfoquen a la autopromoción de los políticos que en la verdadera información pública. Con la llegada de la 4T a Hidalgo, sería interesante que se dieran a conocer los gastos de comunicación social del gobierno de Fayad y de administraciones anteriores. ¿Cuánto se gastaba realmente en estos contratos? ¿Quiénes son los principales beneficiarios? ¿Qué medios de comunicación son los que tiene los más jugosos contratos?
Hacer públicos estos gastos permitiría a los ciudadanos de Hidalgo tener una visión más clara de cómo se utilizan los recursos públicos y, más importante aún, evaluar si estos gastos responden a las verdaderas necesidades de la población o si eran simplemente una herramienta para mantener buenas relaciones con ciertos medios de comunicación.
Si podemos conocer los detalles financieros de un periodista, es justo y necesario que también tengamos acceso a la información sobre los recursos que se destinan a los medios chayoteros. Esta transparencia no solo fortalecería la confianza en las instituciones, sino que también permitiría una mejor fiscalización del uso de los recursos públicos.
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Pd. Como se puede observar en la estadística, Hidalgo gasta más de lo que le aprueban en medios chayoteros.