No es que Corea del Norte reciba muchas visitas de Estado, pero cuando llega el día en que un aliado muy importante pisa su suelo, el despliegue que hace es espectacular.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llegó este miércoles a Pyongyang -en su primera visita oficial al país asiático en 24 años- y fue recibido por su homólogo, Kim Jong-un.
Como lo muestran estas imágenes, la ocasión estuvo marcada con pompa. Y es que la última visita de Putin fue en 2000, cuando Kim Jong-il, padre del actual líder, aún estaba en el poder. En el aeropuerto, hubo alfombras rojas, rosas rojas, la guardia de honor en posición de firmes en la pista, mientras los dos líderes sonreían y se abrazaban.
La plaza Kim Il Sung de Pyongyang estaba repleta de multitudes, globos de colores, flores, coreografías.
Enormes carteles con las fotos de los dos líderes adornaban los edificios circundantes durante la ceremonia de bienvenida.
