Procurador de Hidalgo, títere de Secretario de Gobierno.


#Opinión | Jorge Montejo

La nueva administración de Morena en Hidalgo ha dejado en claro su incapacidad para resolver problemas políticos mediante el talento y la inteligencia, recurriendo en cambio a la represión como medida desesperada. Un ejemplo de esta tendencia es la reciente salida de Santiago Nieto de la procuraduría, quien fungía como un dique de contención dentro del gabinete de Julio Menchaca ante los intentos de Guillermo Olivares Reyna por obtener el control de la procuraduría general de justicia de Hidalgo.

Con la partida de Nieto, la procuraduría pasó a estar bajo el control del grupo político del Secretario de Gobierno, quien ahora dicta órdenes al nuevo encargado del despacho, Francisco Fernández, para perseguir e investigar a opositores, adoptando una práctica conocida como "ponerles cola" dentro de la procuraduría.

Esta situación ha provocado que diversos actores políticos y periodistas sean investigados desde la Procuraduría de Hidalgo, evidenciando la falta de capacidad de la administración para implementar un proyecto de gobierno coherente y efectivo.

Desde el inicio de su gobierno, el PRIMOR carece de un proyecto político sólido y busca posicionarse a través del uso de la fuerza, dando la impresión de que las decisiones políticas en Hidalgo son tomadas por un policía federal de caminos en lugar de por líderes comprometidos con el bienestar y la justicia.

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Pd. No echan a andar la reforma ya aprobada (desde la legislatura anterior) del cambio de Procuraduría a Fiscalía que le da autonomía al Fiscal, porque no les conviene, quieren seguir operando bajo la corrupción y la impunidad, dictando lo que tienen que hacer a jueces e impartidores de justicia.