#Opinión | Julio Gálvez.
El cambio democrático que se vivió en Hidalgo en 2022 fue una auténtica obra maestra de la manipulación. Gracias a la petición de desaparición de poderes de 2018, Monreal negoció la gubernatura de Hidalgo con Omar Fayad, por lo que para salvar su pellejo, traicionó al PRI.
Sin embargo, la mafia del poder siempre oportunista y atenta de los negocios a acosta del gobierno, ha intentado brincar a Morena. Como en un drama de big brother, las bases de izquierda empiezan a desfilar por la puerta trasera mientras dan la bienvenida con fanfarrias a expriistas, juniors y famosos de Hidalgo. ¡Qué espectáculo!
Menchaca y Fayad, dos nombres que suenan a sinfonía de corrupción, unen fuerzas para gobernar Hidalgo y, de paso, hacerle la vida imposible a esas molestas bases y sociedad civil, con la intención apoderarse del partido de AMLO, por lo que para darse legitimidad persiguen a sus adversarios y compran medios chayoteros como Effeta, El Sol de Hidalgo, Quadratin, Criterio, Milenio, TV Azteca, entre otros que han vivido de las dádivas del poder corruptor por años, donde promueven encuestas tan confiables como un vendedor de aceite de serpiente. Y sí, claro, no pueden olvidar intentar sofocar a Nuevo Gráfico, ese pequeño mosquito que les molesta con su alcance de 4 millones de personas.
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Así que ya saben, ciudadanos de Hidalgo, ¡no se dejen engañar por esos medios chayoteros que ahora bailan al son de Morena! Si antes apoyaban al PRI, ahora lo hacen con la misma devoción 💰 pero con un disfraz nuevo.
