Loretta Mester llama a los bancos centrales a reconocer sus puntos ciegos.


En sus casi 40 años trabajando para la Reserva Federal (Fed) y ayudando a dirigirla, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, formó parte de una revolución en la que el banco central estadounidense ofrecía comentarios cada vez más detallados y abundantes sobre la economía y la política monetaria.

En vísperas de su jubilación obligatoria en junio, Mester tiene una reflexión de despedida: Con la economía en ebullición tras la pandemia de Covid-19 y con la incertidumbre que rodea incluso a aspectos básicos del funcionamiento de las cosas, la precisión puede ser un enemigo.

“Los mercados quieren saber exactamente cuándo van a bajar las tasas. Eso es en lo que se centran (…) El público no quiere oír un montón de cosas complicadas, quieren saber algo así como, ¿qué piensas realmente?”, dijo Mester en una entrevista a Reuters al margen de una conferencia de la Fed de Atlanta la semana pasada.