#Opinión | Jorge Montejo.
En el convulso escenario político de Hidalgo, la figura de Santiago Nieto, al frente de la Procuraduría, emergió como un obstáculo significativo contra las tendencias autoritarias del secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, conocido como "el Kiko". Durante su gestión, Nieto se destacó por su firmeza en la defensa del estado de derecho y la lucha contra la corrupción, funciones que incomodaron a muchos dentro del círculo de poder, incluido el propio Olivares Reyna.
La salida de Santiago Nieto de la Procuraduría marcó un punto de inflexión. Con Nieto fuera del camino, Olivares Reyna tomó control de la Procuraduría, iniciando una serie de persecuciones políticas dirigidas contra seguidores y miembros de la misma Cuarta Transformación (4T). Este movimiento estratégico tenía un objetivo claro: evitar el verdadero cambio en Hidalgo y perpetuar los privilegios de la mafia del poder que ha dominado el estado por más de nueve décadas bajo el manto del PRI.
La llegada de Olivares Reyna al poder no representó una renovación, sino una reafirmación de las prácticas gattopardistas: "cambiar todo para que nada cambie". En Hidalgo, esta estrategia ha sido empleada repetidamente para dar una apariencia de transformación mientras los mecanismos de control y los privilegios de la élite política permanecen intactos.
Durante la administración de Santiago Nieto, hubo una esperanza palpable de que Hidalgo podría finalmente romper con su pasado autoritario y corrupto. Nieto se comprometió a perseguir a los responsables de actos ilícitos sin importar su afiliación política, lo que le ganó enemigos poderosos. Su enfoque contrastaba drásticamente con la política de Olivares Reyna, que, bajo el disfraz de un cambio, buscaba consolidar un control más férreo sobre el estado y sus instituciones.
Las acciones de Olivares Reyna tras la salida de Nieto evidencian una clara intencionalidad de revertir los avances logrados en términos de transparencia y justicia. La persecución de opositores dentro del mismo movimiento de la 4T no solo debilita la cohesión interna, sino que también envía un mensaje claro de que cualquier disidencia será suprimida. Esta táctica de amedrentamiento y control va en contra de los principios democráticos que la 4T pretende representar y socava la confianza de la ciudadanía en un cambio real.
La perpetuación de la mafia del poder en Hidalgo, a pesar de los discursos de renovación y democracia, revela una lucha interna por mantener el estatus quo. Los 95 años de dominación priista han dejado una huella profunda en la estructura política del estado, y las fuerzas que se benefician de este sistema no están dispuestas a renunciar a sus privilegios sin luchar.
En este contexto, la figura de Santiago Nieto se destaca como un símbolo de resistencia contra el autoritarismo y la corrupción. Su salida de la Procuraduría no solo representó una pérdida para la administración de justicia en Hidalgo, sino también una oportunidad para que figuras como Olivares Reyna reafirmen su control y sigan operando bajo el esquema de cambiar todo para que nada cambie.
Gracias a su cercanía con Claudia Sheinbaum, Nieto tiene una oportunidad única de influir en la futura presidenta para que vea la realidad de lo que sucede en Hidalgo. Al compartir su experiencia y el conocimiento de las dinámicas locales, puede ayudar a asegurar que Sheinbaum comprenda la gravedad de la situación y actúe para desmantelar las estructuras de poder que impiden un verdadero cambio en el estado. Esto no solo sería un paso crucial para Hidalgo, sino también un mensaje claro de que la 4T está comprometida con la justicia y la transparencia en todo el país.
__________
Santiago Nieto impidió que se le pusiera cola a las personas en la Procuraduría, por persecuciones de índole político. Siempre estuvo en contra de esas prácticas, le importaba más el tema jurídico.
Por cierto, ahora ya no pasa nada con lo de la estafa siniestra….