El Circo del Oportunismo Político en Hidalgo.


Julio Gálvez.

El 2018 marcó un hito en la historia política de Hidalgo con el controversial acuerdo (derivado de la petición de desaparición de poderes) entre Fayad y Monreal, entregando la gubernatura al partido Morena tras más de nueve décadas de dominio priista. Desde entonces, el estado ha sido testigo de un ciclo vertiginoso de oportunismo político, donde la élite del poder ha buscado desesperadamente unirse a Morena para salvaguardar sus privilegios.

Este festín de oportunismo no solo ha involucrado a políticos sin escrúpulos, sino también a empresarios del capitalismo de cuates como Juan Carlos Martínez, quien de forma transexenal le renta la flotilla de automóviles al gobierno estatal por una suma exorbitante. Curiosamente, ahora se suman al gobierno de la 4T, cuando apenas unos años atrás enviaban bándalos al congreso para resistir el cambio democrático, entrometiéndose en el poder legislativo.

Ante la ausencia de un liderazgo auténtico de izquierda, derrotados del priismo ven en Morena su tabla de salvación, mientras la sombra del capitalismo de cuates se cierne sobre el partido. Incluso, grupos como la Sosa Nostra, ahora dueños del PT Hidalgo, buscan dividir la izquierda en un pacto abierto con el PRI de Carolina Viggiano, quien a su vez tiene acuerdos con el gobierno morenista.

Esta mafia del poder pactará y se mantendrá unida en su afán por mantener el statu quo, emprendiendo una estrategia para sofocar cualquier atisbo de izquierda en todos los partidos políticos. Por ello, respaldar las campañas de esta clase política oportunista es un error monumental.

El verdadero momento de la izquierda en Hidalgo radica en impulsar el mecanismo de revocación de mandato, reunir firmas y liderar un cambio verdadero en el estado. Es hora de poner fin al espectáculo del oportunismo político y abrir paso a una verdadera transformación democrática en Hidalgo.