9/04/2024
En los confines de Hidalgo, el paisaje político se ha visto invadido por una nefasta práctica: el capitalismo de cuates. Un selecto grupo de políticos, en complicidad con prestanombres y empresarios corruptos, ha tejido una red de negocios bajo el manto protector del poder gubernamental, enriqueciéndose a expensas del bienestar de la población.
Ante el creciente avance del movimiento democrático en la región, la mafia del poder, en un acto desesperado por conservar sus privilegios, ha encontrado refugio en las filas de MORENA. Sin embargo, lejos de representar un cambio genuino, esta alianza ha dado paso a un gatopardismo político, donde las cosas cambian en apariencia, pero en realidad todo sigue igual.
Bajo la estrategia del caballo de Troya, los expriistas y caciques han infiltrado las estructuras de MORENA, desplazando a las bases de izquierda del partido y perpetuando el sistema del capitalismo de cuates. Esta táctica, impulsada desde el gobierno de Menchaca, busca aprovechar el fervor popular generado por AMLO para mantener el statu quo y favorecer a aquellos con grandes sumas de dinero para financiar sus campañas políticas.
Los oportunistas y barberos políticos, ávidos de poder y riqueza, buscan cooptar a MORENA para perpetuar un sistema donde el poder económico se concentra en manos de unos pocos, en detrimento del bienestar de la sociedad. Negocios obscuros, como los de Juan Carlos Martínez (Fayad) y otros empresarios ligados a políticos de turno, prosperan en un mercado distorsionado por prácticas monopolísticas y la influencia del poder político.
Ante este sombrío panorama, el voto diferenciado emerge como una poderosa herramienta ciudadana en las próximas elecciones. Muchos respaldarán a figuras como Claudia Sheinbaum, mientras que a nivel local, se plantea ejercer un voto de castigo contra Morena Hidalgo, como señal de rechazo al avance del capitalismo de cuates y la corrupción enquistada en el sistema político de la región.
Ante el creciente avance del movimiento democrático en la región, la mafia del poder, en un acto desesperado por conservar sus privilegios, ha encontrado refugio en las filas de MORENA. Sin embargo, lejos de representar un cambio genuino, esta alianza ha dado paso a un gatopardismo político, donde las cosas cambian en apariencia, pero en realidad todo sigue igual.
Bajo la estrategia del caballo de Troya, los expriistas y caciques han infiltrado las estructuras de MORENA, desplazando a las bases de izquierda del partido y perpetuando el sistema del capitalismo de cuates. Esta táctica, impulsada desde el gobierno de Menchaca, busca aprovechar el fervor popular generado por AMLO para mantener el statu quo y favorecer a aquellos con grandes sumas de dinero para financiar sus campañas políticas.
Los oportunistas y barberos políticos, ávidos de poder y riqueza, buscan cooptar a MORENA para perpetuar un sistema donde el poder económico se concentra en manos de unos pocos, en detrimento del bienestar de la sociedad. Negocios obscuros, como los de Juan Carlos Martínez (Fayad) y otros empresarios ligados a políticos de turno, prosperan en un mercado distorsionado por prácticas monopolísticas y la influencia del poder político.
Ante este sombrío panorama, el voto diferenciado emerge como una poderosa herramienta ciudadana en las próximas elecciones. Muchos respaldarán a figuras como Claudia Sheinbaum, mientras que a nivel local, se plantea ejercer un voto de castigo contra Morena Hidalgo, como señal de rechazo al avance del capitalismo de cuates y la corrupción enquistada en el sistema político de la región.