El agua era sustraída de manera ilegal del icónico Lago de Zirahuén, por lo que este lunes un grupo de mujeres tomó la determinación de ir a los predios para decomisar las cuatro bombas con las que se llevaba a cabo el ‘huachicoleo’ de agua.
En un comunicado emitido por el Consejo Supremo Indígena, se argumenta que hicieron justicia por mano propia porque las autoridades no han actuado en contra de los productores de aguacate, por lo que la comunidad de Zirahuén tomó el acuerdo en una asamblea de desmantelar los equipos de riego.
Además, el Consejo Supremo hizo notar que los comuneros están en espera de apoyo policial para evitar el robo de agua en el lago.
El Consejo consideró que el Estado mexicano no hace nada para cuidar ese recurso natural.
Purépechas, tanto de Zirahuén como de Pátzcuaro, se quejaron de que los productores de aguacate se roban el agua para mantener las huertas con producción. Y acusaron a los aguacateros de actuar con avaricia por el alto valor económico del ‘oro verde’.
Los afectados asimismo señalaron que los aguacateros ganan millones de pesos anualmente, mientras los lagos agonizan por el saqueo irresponsable.
Asimismo, este lunes la Secretaría de Marina se sumó al rescate del Lago de Pátzcuaro con equipo y personal para dragarlo en varios puntos críticos.
Mientras tanto, la Secretaría de Medio Ambiente (Secma) pretende decretar 33 mil 374 hectáreas en la cuenca del Lago de Pátzcuaro como Áreas Naturales Protegidas (ANP) como parte de las acciones contra la sequía.
La dependencia argumentó que la preservación de estas zonas forestales asegura los servicios ecosistémicos que brindan, como la captación de agua para la recarga del lago.
Además de que la conservación del suelo y la reforestación disminuyen el azolve impidiendo que lleguen sedimentos al lago.
En esta región ya se ubican ocho áreas naturales bajo algún tipo de protección, que en conjunto abarcan más de 9 mil 700 hectáreas, de las cuales 5 mil 49 se encuentran dentro de la cuenca, recordó la dependencia.