Julio Gálvez.
Durante décadas, la estrecha relación entre la política y los medios chayoteros ha sido un tema de debate en México. Estos medios, ávidos de financiamiento, han servido como herramientas para impulsar la popularidad de los políticos a cambio de favores y dinero. Su función principal: legitimar las acciones de los gobernantes y promover sus agendas de cara a las elecciones.
En estados como Hidalgo, los llamados "reyes del boletín" han desvirtuado el verdadero propósito del periodismo desde hace 95 años, lucrando con la libertad de expresión, un derecho humano fundamental. Manipulan la información para moldear la percepción pública, intentando imponer una única realidad conveniente para quienes detentan el poder.
El cambio democrático que comenzó en 2022 fue una oportunidad para romper con este modelo arraigado. Sin embargo, la mafia del poder no se quedó de brazos cruzados. En su afán por mantener su influencia y privilegios, se infiltraron como Caballos de Troya en Morena a billetazos.
De esta forma, medios de comunicación que antes se desvivían por el PRI, ahora reproducen los boletines de prensa de Morena a cambio de unas monedas, lucrando con la libertad de expresión y desvirtuando la labor periodística, al tratar de imponer una sola realidad impuesta por el gobierno.
Este oscuro juego político demuestra la persistencia de fuerzas que buscan perpetuar su dominio, incluso en tiempos de cambio.
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PD. Por eso ellos dicen quienes son periodistas y quienes no, para mantener su status quo.
