#Opinión
En las entrañas de Hidalgo se teje una red oscura de intereses, alimentada por el sistema del "capitalismo de cuates", donde un selecto grupo de individuos ha secuestrado el poder gubernamental para enriquecerse a costa del erario público. Entre empresarios corruptos y testaferros, estos poderosos decidían quiénes serían los periodistas acreditados, otorgando una fachada de legitimidad a sus prácticas depredadoras.
Así, en Hidalgo se erigió una élite privilegiada, amparada por el capitalismo de cuates, que sostiene su control sobre el gobierno mediante el influyentismo, perpetuando sus privilegios en un ciclo vicioso. A pesar de las promesas de cambio, el gobierno de Menchaca hasta el momento ha mostrado un gatopardismo disfrazado de transformación. Engañó a la población con la ilusión de un nuevo rumbo, solo para perpetuar las mismas prácticas corruptas y mantener a sus cómplices en el poder.
Bajo la fachada de un movimiento democrático y con la estrategia del Caballo de Troya, favorita de Chong, infiltraron a la mafia del poder y a sus aliados capitalistas en el big brother de Morena, expulsando a las bases, así como a genuinos luchadores sociales, socavando la verdadera esencia del cambio. En su afán por conservar sus privilegios, crearon un cuarto de guerra en Pachuca, desde donde lanzan constantes ataques contra sus adversarios políticos, valiéndose de páginas falsas, correos electrónicos manipulados para hackear cuentas, y campañas difamatorias en redes sociales, como sucede en contra de este medio de comunicación.
Ante esta embestida de la mafia del poder, medios que antes apoyaban fervientemente al PRI hoy se alinean con Morena en Hidalgo, revelando la podredumbre que corroe las estructuras del poder. Sin embargo, las voces disidentes no se acallan. Activistas, líderes de izquierda y partidos de oposición alzan la voz contra esta guerra sucia, denunciando los intentos desesperados por socavar la democracia y mantener el statu quo corrupto en Hidalgo.
En medio de este turbio panorama, la lucha por la verdadera democracia y la transparencia persiste, enfrentando la maquinaria del poder establecido con valentía y determinación. En Hidalgo, el desafío no es solo electoral, es un enfrentamiento entre la luz de la verdad y las sombras del poder corrupto, por eso la necesidad de un voto de castigo, ya que ahora el pueblo manda.
Así, en Hidalgo se erigió una élite privilegiada, amparada por el capitalismo de cuates, que sostiene su control sobre el gobierno mediante el influyentismo, perpetuando sus privilegios en un ciclo vicioso. A pesar de las promesas de cambio, el gobierno de Menchaca hasta el momento ha mostrado un gatopardismo disfrazado de transformación. Engañó a la población con la ilusión de un nuevo rumbo, solo para perpetuar las mismas prácticas corruptas y mantener a sus cómplices en el poder.
Bajo la fachada de un movimiento democrático y con la estrategia del Caballo de Troya, favorita de Chong, infiltraron a la mafia del poder y a sus aliados capitalistas en el big brother de Morena, expulsando a las bases, así como a genuinos luchadores sociales, socavando la verdadera esencia del cambio. En su afán por conservar sus privilegios, crearon un cuarto de guerra en Pachuca, desde donde lanzan constantes ataques contra sus adversarios políticos, valiéndose de páginas falsas, correos electrónicos manipulados para hackear cuentas, y campañas difamatorias en redes sociales, como sucede en contra de este medio de comunicación.
Ante esta embestida de la mafia del poder, medios que antes apoyaban fervientemente al PRI hoy se alinean con Morena en Hidalgo, revelando la podredumbre que corroe las estructuras del poder. Sin embargo, las voces disidentes no se acallan. Activistas, líderes de izquierda y partidos de oposición alzan la voz contra esta guerra sucia, denunciando los intentos desesperados por socavar la democracia y mantener el statu quo corrupto en Hidalgo.
En medio de este turbio panorama, la lucha por la verdadera democracia y la transparencia persiste, enfrentando la maquinaria del poder establecido con valentía y determinación. En Hidalgo, el desafío no es solo electoral, es un enfrentamiento entre la luz de la verdad y las sombras del poder corrupto, por eso la necesidad de un voto de castigo, ya que ahora el pueblo manda.
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En la foto observamos a Osorio Chong, Fayad y Monreal como buenos cuates 🤣
