#Opinión | Jorge Montejo
¡Qué sorpresa! En una maniobra que ha dejado a todos boquiabiertos, el PRI Hidalgo ha decidido cortar vínculos con el PAN, acusándolos de falta de ética y de hacer tratos turbios con el gobierno estatal para favorecer a Morena en las próximas elecciones.
¡Qué ironía! El partido que durante décadas ha sido sinónimo de maquinaciones y acuerdos tras bambalinas ahora lanza la primera piedra.
Es fascinante recordar cómo a los políticos del PAN sólo les importa el dinero, en Hidalgo siempre han bailado al ritmo del gobierno en turno, negociando sus derrotas electorales a cambio de jugosas posiciones plurinominales para sus pseudo líderes y por ese motivo nunca han podido ganar en ese partido una elección de verdad.
Asael Hernández, el último en la lista, parece seguir la tradición de vender el alma del partido a cambio de un asiento en el Congreso local por la vía indígena.
El gobierno de Hidalgo, con una vasta experiencia en manipulación política, sabe mejor que nadie cómo utilizar a estos títeres de la oposición, soltándoles migajas de dinero y posiciones de poder para mantenerlos bajo control y dividir al electorado.
Pero ahora, el PRI afirma que busca una renovación "real y verdadera". ¿Será este el amanecer de una era de integridad en la política hidalguense?
