Jorge Montejo
Eleazar García Sánchez, el exedil tan honesto y transparente, ha logrado salir del Cereso de Pachuca con una increíble velocidad, como si pagar 11 millones de pesos y una propiedad fuese el nuevo pasaporte a la libertad.
¡Oh, sorpresa! Nuevo Gráfico, ese bastión de la predicción periodística, ya nos había advertido que las acusaciones contra Eleazar eran tan endebles como un castillo de naipes en una tormenta. ¿Quién hubiera pensado que acabaría soltando unos cuantos millones para resolverlo todo y que esto sería como quitarle un pelo a un gato?
Tras su arresto el pasado 3 de febrero, García Sánchez demostró que el arte de la malversación millonaria es solo un malentendido. ¿37 millones de pesos extraviados durante su mandato? ¡Qué nimiedad! Pagó unos cuantos, se despidió del encierro y listo.
Las penalidades de diez meses con 20 días y tres años con cuatro meses en prisión son solo anécdotas en la vida del exalcalde. Además, ¿quién no prefiere resolver sus problemas legales con unos cuantos millones en lugar de pasar tiempo en una incómoda celda?
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo informó con gran solemnidad sobre el acuerdo alcanzado. Eleazar optó por la creativa solución de pagar una suma considerable y transferir un predio, como si estuviera participando en las catafixias de Chelelo.
Los 12 convenios firmados sin autorización del cabildo capitalino y los 22 millones de pesos en contratos de publicidad con Publirex fueron solo pequeñas travesuras administrativas. ¡Nada que no pueda arreglarse con una billetera bien abultada!
En medio de esta increíble historia, algunos teóricos de la conspiración sugieren que la rápida resolución del caso se debe a que Eleazar estaba a punto de entonar la melodía de los contratos oscuros de Ricardo Crespo y Francisco Olvera. Pero, por supuesto, son solo habladurías de gente excesivamente imaginativa.
¡Oh, sorpresa! Nuevo Gráfico, ese bastión de la predicción periodística, ya nos había advertido que las acusaciones contra Eleazar eran tan endebles como un castillo de naipes en una tormenta. ¿Quién hubiera pensado que acabaría soltando unos cuantos millones para resolverlo todo y que esto sería como quitarle un pelo a un gato?
Tras su arresto el pasado 3 de febrero, García Sánchez demostró que el arte de la malversación millonaria es solo un malentendido. ¿37 millones de pesos extraviados durante su mandato? ¡Qué nimiedad! Pagó unos cuantos, se despidió del encierro y listo.
Las penalidades de diez meses con 20 días y tres años con cuatro meses en prisión son solo anécdotas en la vida del exalcalde. Además, ¿quién no prefiere resolver sus problemas legales con unos cuantos millones en lugar de pasar tiempo en una incómoda celda?
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo informó con gran solemnidad sobre el acuerdo alcanzado. Eleazar optó por la creativa solución de pagar una suma considerable y transferir un predio, como si estuviera participando en las catafixias de Chelelo.
Los 12 convenios firmados sin autorización del cabildo capitalino y los 22 millones de pesos en contratos de publicidad con Publirex fueron solo pequeñas travesuras administrativas. ¡Nada que no pueda arreglarse con una billetera bien abultada!
En medio de esta increíble historia, algunos teóricos de la conspiración sugieren que la rápida resolución del caso se debe a que Eleazar estaba a punto de entonar la melodía de los contratos oscuros de Ricardo Crespo y Francisco Olvera. Pero, por supuesto, son solo habladurías de gente excesivamente imaginativa.
¡Quién iba a creer eso!"