Alexey Navalny, el hombre que puso a temblar a Vladimir Putin y que desenmascaró su corrupción, murió "de manera repentina" este viernes en el centro penitenciario No. 3, de la región ártica de Yamalo-Nenets, a 1900 kilómetros de Moscú, en Rusia. Así lo informó la prensa oficial de ese país, en un parte que ha sido reproducido en la última hora por los principales medios del mundo.
“Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento”, señala el comunicado oficial sobre el deceso de Navalny, de 47 años.
El parte también señala que Alexey había dado un paseo, cuando comenzó a sentirse mal. Los familiares del preso político han denunciado desde hace varios meses el envenenamiento progresivo del opositor, quien purgaba una pena de 19 años de cárcel.
El nombre de Navalny, prohibido en las comunicaciones oficiales rusas hasta antes de entrar a prisión, salió a relucir hoy en la voz de Dmitri Peskov, portavoz de Putin, para informar que el Kremlin "no tiene informaciones sobre la causa de la muerte".
Navalny era miembro del Consejo de Coordinación de la Oposición Rusa, líder del partido Rusia del Futuro y fundador de la Fundación Anticorrupción (FBK).