Alonso Quijano.
Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, ha recobrado su libertad después de tres años de detención en España y México. Actualmente, enfrenta juicio desde su casa por los casos Odebrecht y la venta de Agronitrogenados, mientras el fiscal Alejandro Gertz alerta sobre el riesgo de fuga.
Lozoya, economista y abogado con experiencia en instituciones financieras internacionales, ascendió a la dirección de Pemex tras su participación en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012.
Acusado de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa, la Fiscalía General de la República sostiene que recibió sobornos de 9.1 millones de dólares para favorecer a Odebrecht con contratos. Además, se le señala por la compra de empresas en condiciones precarias, generando pérdidas millonarias para Pemex.
A pesar de más de dos años en el Reclusorio Norte, Lozoya obtuvo prisión domiciliaria el 20 de febrero. La Fiscalía, preocupada por un posible escape, se opone a los privilegios procesales. Esta decisión no exime al exfuncionario de los cargos de corrupción que enfrenta.
La liberación de Lozoya, junto con otras decisiones judiciales favorables, plantea interrogantes sobre el futuro de este caso emblemático de corrupción en México.
