Jorge Montejo.
En Hidalgo, la política se desenvuelve como un intrigante Big Brother donde la gente de izquierda y las bases de Morena van saliendo lentamente por la puerta de atrás, dejando espacio para la legitimación de expriistas y caciques que trabajan en gobierno dentro de las próximas elecciones. Este juego de apariencias ha llevado a cuestionamientos sobre la verdadera esencia de la transformación que se esperaba con el partido en el poder.
La estrategia sacada del libro de conjuros de Murillo Karam por los oportunistas se manifiesta en la oferta de puestos de quinta categoría a izquierdistas, una táctica clara para sofocar cualquier intento de cambio genuino en Hidalgo. Es un escenario donde las alianzas parecen más importantes que los principios, y donde los expristas en el poder buscan consolidar su dominio ofreciendo migajas a aquellos que abogaban por un verdadero cambio.
Tonatiuh Herrera Gutiérrez, quien hasta hace poco criticaba vehementemente la presunta captura del partido por expriistas, ha dado un giro sorprendente al ingresar al exclusivo club de los neomorenistas light, compuesto por los mismos personajes que él denunciaba. Pese a sus críticas, ha optado por sumarse a la maquinaria de los oportunistas, en el primer ofrecimiento de chamba en el gobierno estatal fue con los promotores del desconocido Reyes, precandidato oficial a la alcaldía para ponerse a su servicio.
El precandidato a la Presidencia Municipal de Pachuca, Tonas, como es conocido, "catafixea" la ciudad por una "chambita" y se alinea junto a las bases morenistas. Aunque sostenía reuniones con representantes legítimos de las bases de Morena, criticando la infiltración del partido por expriistas y expanistas, rápidamente se dejó seducir por el primer ofrecimiento de empleo en el gobierno estatal.
Resulta irónico que Tonas, quien se jactaba de resistir las tentaciones de los antiguos partidos, aceptara una membresía en el club de oportunistas. Su participación en una reunión "cerrada" donde no se permitió la entrada a los legítimos morenistas, aquellos que realmente contribuyeron al ascenso de Morena, revela una contradicción palpable.
Al aceptar esta membresía, Tonatiuh Herrera ha enterrado sus aspiraciones y ha dado la espalda a las bases que lo veían como un actor clave para la próxima elección. La oferta de la Secretaría de Cultura, aparentemente, pesó más que sus principios, dejando a muchos seguidores desilusionados y preguntándose si la transformación prometida está cada vez más lejos de realizarse en Hidalgo. Este reality show político demuestra que, a veces, la política de las apariencias puede ser más desgarradora que cualquier guión televisivo.
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Pd. Seguramente en la próxima administración en la secretaria de cultura se hará lo que diga Tania Meza.
Se comenta en las cloacas que había gente de otros municipios como acarreados en la reunión de las supuestas estructuras morenistas de Pachuca. Seguramente Reyes será el candidato.