El virus se detectó en dos muestras de págalos muertos que habían sido hallados por científicos en las proximidades de la base argentina Primavera.
Un grupo de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa perteneciente a la agencia estatal española Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha confirmado la presencia del virus de la gripe aviar altamente patogénica por primera vez en la Antártida, según un comunicado publicado en su página web.
En concreto, el pasado sábado detectaron el virus en dos muestras de págalos —un ave marina semejante a una gaviota— muertos que habían sido hallados por científicos argentinos en las cercanías de la base antártica argentina Primavera.
"Este descubrimiento va a permitir a los programas polares nacionales estar preparados para evitar la transmisión de la infección por medios humanos y, sobre todo, evitar el contagio de las personas", continúa. "Demuestra por primera vez que el virus de la gripe aviar altamente patogénica ha llegado a la Antártida a pesar de la distancia y barreras naturales que la separan de otros continentes", añade, detallando que el hallazgo podría explicar las mortandades de aves registradas durante el verano antártico.