Lo ha desarrollado el operador de telecomunicaciones China Telecom y ha sido ideado expresamente para afrontar el entrenamiento de modelos de lenguaje de inteligencia artificial de gran tamaño. El Central Intelligent Computing Center, que es como se llama esta máquina, no es el primer superordenador con componentes de hardware y software desarrollados en China, pero es el primero que no contiene, según sus creadores, ni una sola tecnología extranjera.
Esta máquina es un primer paso en el ámbito de los superordenadores hacia la independencia tecnológica que aspira a alcanzar China con el propósito de proteger su desarrollo de las sanciones que están desplegando EEUU y sus aliados. China Telecom lo ha anunciado por todo lo alto con el propósito de dar la máxima visibilidad posible a un logro importante para el país liderado por Xi Jinping. Sin embargo, por el momento apenas ha desvelado unas pocas características de la máquina con la que China persigue exhibir su músculo técnico.